Lewis Hamilton casi ni se lo podía creer tras bajarse del coche. El piloto de Mercedes venció en Monza con un soberbio pilotaje y una acertada estrategia del equipo alemán que puso mucho más fácil el triunfo del cuatro veces campeón del mundo en casa de Ferrari. El triunfo se gestó desde bien pronto; posiblemente en la primera vuelta, tras el toque entre el piloto de Stevenage y Sebastian Vettel.

“Me sorprendió que Seb se fuese a la izquierda en la salida. En la curva 4 era mi oportunidad, me aseguré de estar lo suficientemente cerca. Había suficiente espacio entre ambos, asegura Hamilton. “Nos tocamos, dañé un poco el coche pero pude continuar. La parte trasera se movía mucho”, explica.

"Nunca esperé ganar, pero recé"

Hamilton revela que no esperaba vencer hoy en Monza. Sin embargo, apela a sus creencias como fuente de motivación para luchar hasta la meta. Nunca esperé ganar, pero recé. Empecé con el objetivo claro. Kimi hizo una carrera fantástica, pilotó increíblemente bien y le respeto mucho. Disfruté competir contra él. Superar a Seb al principio fue un punto de inflexión”, comenta.

Mercedes y Ferrari han protagonizado una feroz y encarnecida batalla este fin de semana en Monza, un símil de lo apretado que están ambos Mundiales, pese a la distancia de 30 puntos que, ahora, endosa Hamilton a Vettel. Quiero agradecer a Ferrari que han sido un gran reto este fin de semana y muchísimas gracias a todos los chicos del equipo, porque sin su apoyo conseguir esto sería imposible. Han seguido creyendo. Cuando luchas contra un equipo en su casa hay mucha negatividad pero veo muchas bandera británicas, me han inspirado mucho y he corrido para ellos. La negatividad es solo algo positivo, hay que darle la vuelta a esa negatividad”, concluye.