Tras una de las mejores carreras de los últimos años, Lewis Hamilton ha tenido que hacer frente a las críticas procedentes de su propio equipo por no aceptar las órdenes de equipo que, en torno a la vuelta 51 del GP de Hungría, le fueron transmitidas por la radio. El inglés tenía a Nico Rosberg a su zaga a algo más de un segundo pero decidió continuar manteniendo su ritmo y no facilitar el adelantamiento al alemán. No obstante, el líder del Mundial en ningún momento estuvo en disposición clara de retar al inglés.

"Lewis lo ignoró porque recordó que antes de la temporada dijimos que ellos podrían luchar libremente el uno contra el otro", aseguraba Niki Lauda, director no ejecutivo del equipo de Brackley en declaraciones a ‘Bild’. "Es por ello que él hizo lo correcto". Pero no todo el mundo en Mercedes considera que Lewis hiciera lo adecuado a pesar de todo.

Toto Wolff y Nico Rosberg dejaron bien claro tras la carrera que el movimiento de Lewis Hamilton les costó la victoria. Sus argumentos se basan en que el piloto alemán llevaba una estrategia diferente a la del británico y habría estado en una posición similar a la de Daniel Ricciardo al final de la carrera para haber podido optar al triunfo. No obstante, Hamilton se muestra contrario a estas opiniones.

"No es cuestión de autoridad. Estoy contratado para ser yo y para dejarme la piel en pista. No le robé la victoria a Nico. Estaba compitiendo contra él. ¿Por qué debería estar preocupado por él? No creo que fuera cruel o sanguinario. Estaba haciendo mi trabajo. Intenté con todas mis fueras estar delante y no creo que estuviera obligado a ayudarlo", declaraba el piloto inglés, a 11 puntos de su compañero de equipo en el Mundial, en las últimas horas.