Contaba Fernando Alonso al comienzo de la temporada que un podio era muy complicado, pero no imposible. Simplemente había que ser el mejor del resto y esperar a que alguno de los favoritos fallen.
Esto es precisamente lo que ha estado a punto de ocurrir en el Gran Premio de Austria, aunque el que se ha visto beneficiado no ha sido McLaren, sino el equipo Haas, que ha encontrado un fantástico rendimiento en esta prueba tras varias carreras nefastas, como las de Canadá y especialmente Mónaco.
Grosjean aprovechó al máximo sus opciones siendo el mejor del resto, y gracias a los abandonos de Hamilton, Bottas y Ricciardo, acabar en cuarta posición, a un paso de hacer historia. Peor lo pasó Magnussen, cuya estrategia fue algo peor y tuvo que adelantar varios puestos en carrera, pero igualmente consiguió colocar su Haas en quinta posición en un día histórico.
Y es que Haas ha sido un equipo que desde su debut ha sorprendido con buenas carreras, logrando varios quintos puestos, pero nunca había logrado hacer un gran resultado con sus dos vehículos hasta este Gran Premio de Austria. Un alivio para el equipo de Gene Haas, que había desaprovechado múltiples ocasiones de hacerse fuertes a comienzo de la temporada. No hay que olvidar, que hasta esta novena carrea de la temporada, Grosjean no había anotado ningún punto.
Haas se marcha del Red Bull Ring como el equipo que más puntos ha conseguido con 22, solo por detrás de Red Bull con 25 y de Ferrari con 33, y ya ha sobrepasado en la clasificación de constructores a McLaren, 49 puntos a 44, quedándose a 13 puntos de Renault en la ansiada lucha por la cuarta posición.
Al equipo norteamericano le ha bastado un fin de semana donde han sido los mejores del resto y que la fortuna se aliase con ellos, pasando del clásico séptimo y octavo, que da 10 puntos, a este cuarto y quinto, con 22 puntos. Tormenta perfecta para los chicos de Steiner, que han vuelto a la lucha.
