El anuncio por parte de la FIA de la introducción del ‘halo’ como protección obligatoria en los monoplazas de Fórmula 1 a partir de 2018 ha sido motivo de una lluvia de críticas por parte de profesionales y aficionados de la competición. Este sistema fue aprobado a pesar de que nueve de los diez equipos de la parrilla votaron en contra de su incorporación, con el órgano de gobierno alegando que era la mejor solución existente.

Uno de los pilotos que se ha postulado más en contra del ‘halo’ es el recientemente nombrado director de la Asociación de Pilotos de Fórmula 1 (GPDA), Romain Grosjean. El francés nunca ha dudado en mostrar su descontento con este sistema de protección y la decisión de la FIA no le ha hecho cambiar de opinión.

“Personalmente, creo que fue un día triste para la Fórmula 1 cuando se anunció. Sigo estando en contra del ‘halo’ y creo que no tiene sitio en la Fórmula 1. Como miembro y director de la GPDA, y como piloto, tengo que agradecer a la FIA la investigación, porque ha sido muy intensa y el ‘halo’ es un sistema fuerte en muchos casos. Pero hay ocasiones donde puede ir peor y hay algunos problemas en los que podríamos no haber pensado. Nadie ha probado a ver el semáforo en la parrilla y siempre es diferente. Ver banderas al lado… cosas como esas”, explicó el piloto de Haas.

Grosjean admitió que se sintió enfermo cuando probó el ‘halo’ durante la primera sesión libre del Gran Premio de Brasil del año pasado. “Supongo que te acostumbras a todo en la vida, pero espero que no esté tan mal como en Brasil, porque me puso enfermo. Estás intentando centrarte en algo que hay en frente de ti todo el tiempo, en el medio… No sé por qué, pero mis ojos no paraban de juntarse. Era un poco extraño”, relató el francés.