Si antes de comenzar la temporada, alguien hubiera apostado que Sergey Sirotkin no iba a lograr ningún punto a esta altura de la temporada, a nadie le hubiera extrañado. Si alguien hubiera añadido, que solo habría otro piloto más sin puntos, y que este sería Romain Grosjean, pocos lo hubieran tomado en serio.

Pero así ha sido. Pese a que el Haas ha tenido un rendimiento excepcional en este comienzo de temporada, el piloto francés no ha podido aprovechar ninguna de las oportunidades, precisamente donde se había vuelto fuerte desde su llegada a Haas, en conseguir grandes resultados a comienzo de temporada.

En el Gran Premio de Azerbaiyán, Romain Grosjean cometió un error grosero, perdiendo el control del vehículo y chocando contra el muro cuando rodaba en posición de puntos, siendo lo verdaderamente criticable que lo hiciera bajo periodo de coche de seguridad, cuando trataba de calentar los neumáticos. Ese momento donde no se puede fallar.

Un tipo de error que no es novedad en la carrera deportiva del piloto francés, pues recientemente, en el Gran Premio de Brasil, Grosjean sufrió otro accidente cuando iba de camino a la parrilla de salida, media hora antes del comienzo de la carrera.

La conversación con el muro, donde incluso se insinuaba que había sido golpeado por Marcus Ericsson, hacía que la situación fuese más embarazosa incluso. Grosejan, se limitó más tarde a pedir perdón al equipo, consciente de que delante de él estaba Sergio Pérez, el hombre con el que luchó y que acabó en el podio. “Estaba calentando las gomas y toqué un interruptor, moviéndolo dos posiciones. Cuando pisé los frenos, el reparto estaba hacia atrás, así que bloqueé las ruedas traseras y tuve un trompo.”, explicó el galo.