Romain Grosjean es una de las mayores decepciones de la primera mitad de la temporada 2018 de Fórmula 1. Después de un prometedor comienzo sin recompensa en el Gran Premio de Australia, el piloto francés destacó más por verse involucrado en diferentes accidentes que por su rendimiento en pista. El colmo de Grosjean llegó en Azerbaiyán, cuando perdió el control de su monoplaza detrás del coche de seguridad y chocó con los muros.

Aunque Haas se encuentra actualmente en la quinta posición del mundial de constructores, este puesto se debe en gran medida a la labor de Kevin Magnussen, quien ha sido significativamente más regular que Grosjean dentro de la también particular tendencia del danés a involucrarse en maniobras polémicas. El galo admite que su rendimiento no ha estado a la altura de las expectativas, pero confía en que la segunda mitad del año sea mejor para acallar los rumores sobre su futuro.

“Se está hablando mucho en el paddock y hay muchas especulaciones todo el tiempo. No hay muchos pilotos con tanta experiencia, así que quizás pueda ir a otro equipo para ayudar a desarrollarlo, pero mi opción principal es quedarme en Haas para seguir avanzando. El equipo sabe lo que he traído desde el primer día y sé que no he rendido como debería en algunas carreras. Espero que esto sea agua pasada y ahora estemos en el buen camino”, comentó Grosjean.

Las esperanzas del francés se basan en que los próximos circuitos pueden adaptarse mejor a las características del monoplaza de Haas.Pienso que la segunda parte del año es mejor para nosotros en términos de trazados y fortalezas, así que estoy deseando correr en todos los circuitos que vienen. Tenemos un gran coche, un equipo que está mejorando carrera a carrera con experiencia y es muy positivo”, manifestó.