El sistema, ideado por el español Diego Cano Zuriguel y desarrollado íntegramente en España, se encarga de transformar la energía cinética en energía eléctrica o mecánica que pueda ser utilizada por el mismo vehículo, lo que permite así reducir notablemente su consumo.

El GFRS, que puede aparentar cierta similitud con los extendidos sistemas de recuperación de energía de frenada, utiliza sin embargo unas nuevas tecnologías, desarrolladas específicamente para recuperar energía no solo en maniobras de frenado, sino en todas las maniobras que puede efectuar un vehículo, como son igualmente las de aceleración y trazado de curvas.

Al tratarse tecnologías diferentes, resulta totalmente compatible con los mencionados sistemas de recuperación de la frenada, sin pérdida apreciable de prestaciones en ninguno de los sistemas, ya que se utilizan simultáneamente.

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Esta tecnología ofrece dos posibilidades iniciales de desarrollo, el sistema lineal y el sistema rotatorio, y es capaz de generar energía utilizando el peso de cualquier componente del vehículo que pueda ubicarse dentro del sistema y desplazarse dentro de los límites del mismo.

Este sistema cuenta con una versión reducida y reforzada diseñada para la Fórmula 1, que entre otras cualidades es capaz de utilizarse simultáneamente con un KERS convencional, y recoger y enviar la energía de ambos sistemas como si fuera uno solo. Sin embargo, también dispone de otras posibilidades que aportarán revolucionarias e interesantes opciones al monoplaza o vehículo de competición que decidiera incorporarlo.

La diferencia con el GFRS para vehículos de calle radica no sólo en su tamaño y peso, si no en que este sistema dispone (para reducir espacio y peso) de un solo eje lateral, con lo cual sólo recogerá energía de las curvas, siendo en estas donde más energía recogen estos sistemas, debido a que las fuerzas gravitatorias son normalmente más prolongadas e intensas.

El GFRS sería suficiente para cargar los 400 kilojulios por vuelta que permite el reglamento técnico actual de la Fórmula 1. Sin embargo, el sistema resultará mucho más atractivo para la categoría reina cuando el reglamento permita almacenar mucha más energía por vuelta, lo cual sucederá, a más tardar, en la temporada 2013.

La idea de emplazar un sistema de 100 kilogramos de peso y 2 ejes en un monoplaza de Fórmula 1 (de no ser eléctrico) sería ahora mismo impensable, pero la recuperación de energía podría ascender a más de 3,2 Megajulios por vuelta.