Estados Unidos tiene una amplia tradición automovilística, respaldada por grandes fabricantes como Ford o Chevrolet, así como por otros sectores del amplio tejido industrial norteamericano; no obstante, esta rica cultura dista mucho de la europea, por lo que las competencias de ambos mundos tienen un estilo totalmente diferente; consecuentemente, la popularidad de la Fórmula 1 en Estados Unidos es muy baja; éste es uno de los motivos por el que los estadounidenses tienen poca participación en la categoría máxima y viceversa. Sin embargo, en la actualidad, se ha visto una creciente migración de pilotos de F1 y otras categorías europeas a la Indy, categoría reina del automovilismo norteamericano junto con la NASCAR.

La F1 incluyó en su calendario puntuable a las 500 millas de Indianápolis desde 1950 hasta 1960, los pilotos de la F1 no asistieron regularmente al trazado a excepción de Alberto Ascari, que faltó en la edición de 1952 e interrumpió su racha de siete carreras ganadas de forma consecutiva. Diez años después de la temporada de debut de la F1, el circuito de Sebring, al este de Florida, aparece en el escenario del Gran Circo y celebra el primer GP de Estados Unidos exclusivo para la F1, a partir de ahí, el GP norteamericano se ha celebrado en nueve circuitos diferentes.

PRIMEROS CIRCUITOS PARA LA F1: DE SEBRING A WATKINGS GLEN

El circuito de Sebring comenzó su vida como una base de entrenamientos de la fuerza aérea del ejército de Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra Mundial, el ingeniero aeronáutico Alec Ullmann comenzó a buscar aeródromos para rediseñarlos y usarlo como pistas de carreras, así se topó con el por entonces aeródromo de Sebring, el que se usaría en competiciones similares a las 24 horas de Le Mans. La primera carrera en este trazado fue de seis horas de duración y su nombre fue La carrera de Sam Collier Memorial. Sin embargo, no sería hasta 1959 que Sebring haría su debut en la F1, como sede del primer GP de Estados Unidos exclusivo para la F1. Esta legendaria edición la ganó un neozelandés debutante llamado Bruce McLaren. La carrera, de 42 vueltas, fue la novena y última del año, el equipo ganador fue Cooper Clímax, que también consiguió el segundo lugar con Maurice Trintigant; Tony Brooks, de Ferrari, completó el podio.

En 1960, el GP de Estados Unidos se celebró en Riverside, en California. A pesar de haber sido una competición intensa, con gran cantidad de duelos y adelantamientos, el evento fue seguido por pocas personas. La carrera de 75 vueltas la ganó Stirling Moss, Innes Ireland fue segundo, ambos a los mandos de sendos Lotus-Clímax; Bruce McLaren vuelve a subirse en el podio, esta vez lo hace en la tercera posición con su Cooper- Clímax.

En el año 1961, en el que se celebra el tercer GP de Estados Unidos en un tercer circuito diferente; ahora le tocaba debutar a Watkins Glen, un trazado neoyorquino de 5.43 kilómetros de longitud que dejaría la primera marca en el corazón del público estadounidense. Los promotores buscaban un nuevo lugar para un Gran Premio americano en 1961. Ireland llegó a lo más alto del podio con un Lotus-Clímax; 4.3 segundos después cruzó la meta Dan Gurney al volante de un Porsche, mientras que Brooks, que competía para BRM-Clímax, completó el top tres.

El paso de la F1 por Watkins Glen estuvo marcado por dos acontecimientos luctuosos que cambiaron la historia del deporte, el primero y más significativo, fue la muerte del francés François Cevert en la edición de 1973. En la mañana de sábado en Watkins Glen, cuando en los entrenamientos del Gran Premio de EEUU una columna de humo negro se elevaba sobre el terreno, bien visible en la distancia. Cevert se había estrellado a los mandos de su Tyrrell 006 y a causa del brutal impacto, falleció en el acto debido a las terribles heridas sufridas en el violento choque contra las barreras. Éste era amigo de la leyenda viviente y campeón mundial, Jackie Stewart; la pérdida del galo, asedió el corazón del tricampeón escocés e influyó en gran medida en su retirada del mundial de F1 ese mismo año. Tan solo un año después, el alemán Helmuth Koinigg, encontró el mismo destino en este circuito americano. Koinigg, como Cevert, perdió la vida al atravesar las láminas de los guardarraíles que limitaban la pista. Esta edición fue la definición del mundial de 1974, uno de los más reñidos de la historia, en la que Emerson Fittipaldi, de McLaren, pudo imponerse ante en Clay Regazzoni, de Ferrari; este desenlace lo hemos cubierto en otro artículo, aquí, en CarAndDriverTheF1.com.

El circuito permanente de Watkins Glen salió del calendario de la F1 por la puerta trasera; aunque a lo largo de la historia, el trazado contó con múltiples mejoras para adaptarse a las nuevas reglas y avances tecnológicos del deporte, el trazado fue incapaz de garantizar la seguridad del cada vez más rápido y más rígido efecto suelo de los nuevos coches de finales de los 70, llegó a causar accidentes mortales, además, algunos sectores de la pista eran el objetivo de las críticas por parte de la afición y generaban mucha polémica, lo que comenzó a empañar la imagen de la pista. Finalmente, en mayo de 1981, varios meses después de que Alan Jones hubiese ganado la carrera de 1980 para Williams, la FIA hizo eliminar la carrera del calendario de la F1 porque la pista no había pagado su deuda de 715 mil euros a los equipos.

A partir de entonces, entre 1981 y 1984, se disputaron varias pruebas de automovilismo diferentes, dos cada año; la de la parte Este, en Detroit; la del Oeste en Long Beach, o simplemente el GP de EE.UU en Dallas, esto se llevó a cabo gracias a la escasa popularidad de Watkins Glen. Desde 1985 hasta 1991, se retornó al GP único y éste pasó por Detroit, lugar en el que no funcionó, luego por el calor de Arizona, en Phoenix, que también albergaría tres GPs de F1, pero al igual que en los anteriores, hubo muy poca asistencia.

EL CRECIENTE DESINTERÉS DE LOS NORTEAMERICANOS POR LA F1

Entre 1981 y 1982, se disputó, en el estacionamiento de Cesar Palace, el GP de las Vegas; aunque se trata de suelo norteamericano, no representaba al GP de los Estados Unidos, sino al de dicha ciudad. En 1981, el GP inaugural se llevó a cabo en Long Beach, se albergó el GP del oeste de los Estados Unidos y lo ganó Alan Jones; en el extremo opuesto de la temporada, nos encontramos con el GP de las Vegas como evento de clausura, y aunque también lo venció el australiano y campeón de la temporada 1980, esa carrera definió el título mundial, pues Nelson Piquet ganó y se impuso ante Carlos Reutemann y Jones; estos últimos compartieron una dura y cruel rivalidad dentro de las filas del equipo Williams, lo que benefició al brasileño. En 1982, el GP de las Vegas vuelve a estar en la parte final del calendario, mientras que el del oeste de Estados Unidos, en Long Beach, era el tercero, en el primero se llevó la victoria Michele Alboreto y el segundo, Niki Lauda, que volvía a la competición de la mano de McLaren. Para esta ocasión, el estacionamiento del Cesar Palace también fue el lugar definitorio del título de pilotos, Keke Rosberg fue el flamante ganador del Campeonato. Pero este año, América del Norte contaría con una gran actividad automovilística, ya que el GP del este de los Estados Unidos, volvería, pero su sede no sería Watkins Glen, sino el novedoso circuito callejero de Detroit; Watson sería el primero en cruzar la meta en la carrera de esta edición.

En 1983 la F1 aterriza en suelo estadounidense dos veces, en Long Beach, en el que venció Watson; y en Detroit, lugar en el que ganó Alboreto. Al año siguiente, Long Beach sale del calendario y lo sustituye Dallas. A pesar de celebrarse en Estados Unidos, el evento fue nombrado GP de Dallas y el primer vencedor fue Keke Rosberg; por otro lado, en la costa opuesta del país, el GP del este de los Estados Unidos continuó con su celebración en Detroit y el vencedor de aquella edición fue Piquet.

Desde 1985 hasta 1988, Detroit fue el único lugar que abarcó el GP de Estados Unidos, a pesar de ello, no dejó de llamarse GP del "este" de los EE.UU. En 1989 Phoenix pasa a albergar el GP de EE.UU., lo hace tres temporadas consecutivas, en la primera, Ayrton Senna consigue la Pole, así como la vuelta más rápida, pero el triunfo es para Prost; en 1990 y 1991, el brasileño hace los deberes y se lleva ambos triunfos; pero la poca asistencia por parte de los aficionados y el consecuente desinterés de los promotores, hacen que el GP de EE.UU. salga del calendario de la F1 durante casi una década, hasta la llegada del circuito de Indianápolis.

EN EL ÓVALO DE INDIANÁPOLIS

La F1 del nuevo milenio llega renovada a Estados Unidos, el lugar seleccionado es el mítico circuito de Indianápolis, en el que se celebra la carrera de las 500 millas, uno de los eventos más importantes del automovilismo mundial, sin embargo, el Gran Circo sólo utilizaría una recta y una curva del óvalo, para definir un trazado de 4,192 kilómetros, cuyos dos primeros sectores estarían compuestos por una combinación de curvas rápidas y de velocidad media, que darían más vida al trazado. En la cita inaugural, dominada por el Ferrari de Michael Schumacher, asistieron 225.000 espectadores, una de las mayores asistencias en un GP de EE.UU.

En Indianápolis, Ferrari es el máximo ganador, no sólo logra la victoria en el primer GP disputado ahí, también repite el triunfo en las ediciones que van desde el 2002 hasta el 2006, de todas estas, Rubens Barrichello sólo gana una, la del 2002, el Káiser vence en el resto. La carrera disputada en 2001 se recuerda por ser la última victoria de Mika Hakkinen, así como su penúltima carrera en la F1; pero hay dos pruebas que, en los anales de la historia, vinculan a la F1 con el trazado de Indianápolis; el GP de Estados Unidos del 2004 y 2005; en el primero, Ralf Schumacher se ve comprometido en un fortísimo accidente en la curva 13; su Williams-BMW tiene un pinchazo en uno de sus neumáticos traseros, como consecuencia, el coche da varios trompos y termina en impacto contra la parte trasera con el muro de protección; el piloto quedó inconsciente, pero pudieron sacarlo de los restos de sus vehículo para llevarlo al hospital, el alemán sufrió lesiones en varias vértebras; los restos de fibra de carbono en la pista, producto de un accidente anterior, generaron el pinchazo en su neumático.

2005, una carrera que nadie quiere recordar, para algunos fue un bochorno, una vergüenza, para otros simplemente ha sido la prueba más extraña de la F1, pero sin duda fue un insulto a todos los aficionados, que evidenció un gran fallo en la administración del deporte. Una vez más, Ralf Schumacher fue el centro de atención gracias a otro accidente durante los entrenamientos libres en la misma curva del año anterior, esta vez, el piloto de Toyota no sufrió lesiones mayores, pero puso en duda la fiabilidad de los neumáticos Michelin para esa carrera.

La solución propuesta era instalar una chicane móvil en lugar de esa curva peligrosa, ya que al pasar por ella los neumáticos Michelin se deterioraban en gran medida y la introducción de una curva más lenta, disminuía el deterioro, así como la velocidad de los coches, por lo que la seguridad se disparaba significativamente. El sábado, los representantes de los equipos que usaban neumáticos Michelin, le propusieron formalmente a la FIA la elaboración de la chicane, pero ésta se negó a pesar de las amenazas de boicotear el GP por parte de las escuderías involucradas. Al no haber llegado a ningún acuerdo, los 14 pilotos de los siete equipos clientes de la marca francesa, solo hicieron la vuelta de formación para luego meterse en los pits, quedando en la parrilla de salida, los pilotos de Ferrari, Jordan y Minardi, estos empleaban los neumáticos Bridgestone; nada más al apagarse los semáforos, los 120.000 aficionados se enfurecieron y arrojaron todo tipo de objetos a la pista, a pesar de todo, la carrera siguió su curso, las críticas llovían por doquier, pero los dos equipos que normalmente culminaban las carreras lejos de la zona de puntos, pudieron luchar por un podio, muy polémico, pero podio al fin. Como es de suponer, Ferrari no tuvo mayores dificultados para hacer un doblete, Schumacher ganó y fue escoltado por su escudero fiel, Barrichello, tercero fue Tiago Monteiro, piloto portugués del equipo Jordan, que lograría su primer y único podio en la F1; los pilotos del equipo de Maranello recibían los trofeos con caras de pocos amigos, mientras que Monteiro, demostró que no le importaba la polémica, su sonrisa lo decía todo. Aquella fue la única victoria del siete veces campeón en la temporada 2005.

En 2007, McLaren rompe la racha de Ferrari, Lewis Hamilton se convierte en el cuarto ganador del GP de Estados Unidos en el trazado de Indianápolis, a pesar de que la carrera estuvo marcada por el espectacular duelo entre un Hamilton debutante y un Fernando Alonso defensor del título, el nuevo aumento del desinterés hacia la F1 por parte del público estadounidense, hizo que no se volviera a firmar ningún contrato con los dueños del circuito de Indianápolis, una vez más la F1 se marchaba de Norteamérica, volviendo en 2012.

LA LLEGADA DE AUSTIN

El Circuito de las Américas (COTA) es un trazado espectacular, con elevaciones de hasta 40 metros, una combinación de curvas únicas mezclando el estilo de algunos circuitos clásicos como el de Silverstone, sin perder de vista el modernismo que caracteriza a las pistas de este siglo. Inaugurado en 2012, este circuito ubicado en Austin, Texas, llegó como el salvador de la F1 en Estados Unidos; su ubicación geográfica lo hace accesible para una gran parte de la afición de México, por lo que el aforo está por encima del que se vislumbraba en otros circuitos norteamericanos; en el primer GP, asistieron 265000 personas el día de la carrera, récord absoluto de participación en un GP de Estados Unidos, esta carrera estuvo marcada por un intenso duelo entre Hamilton y Sebastian Vettel por la primera posición, el inglés se hizo con el triunfo al adelantar al alemán en pista; Alonso completó el podio.

Aunque el COTA sólo ha albergado el GP de EE.UU. cuatro veces, ha regalado más de una carrera emocionante, en 2014, un rapidísimo Hamilton superó a Nico Rosberg en pista, al año siguiente hizo lo mismo en una carrera que inició con la pista húmeda, dominada por el RB11 de Daniel Ricciardo durante las primeras vueltas, no obstante, el británico se llevó el triunfo y el tercer título mundial.

El GP de EE.UU. se ha disputado un total de 37 veces (sin contar los GP del este y oeste): 15 en Watkins Glen; ocho en Indianápolis; cuatro en Austin y Detroit, tres en Phoenix y una tanto en Sebring como en Dallas y Riverside. Tanto Senna como Schumacher son los que más han ganado el GP estadounidense, cada uno lo ha hecho cinco veces, Hamilton les sigue con cuatro, es el piloto activo con más triunfos aquí. El equipo Lotus ganó diez veces, mientras que el motor Ford Cosworth, un total de ocho.

Aunque Austin aún tiene contrato con la F1 hasta el 2021, lo que supone una estabilidad en los acuerdos entre los administradores de la categoría y del circuito, pero es una dura y cruel realidad el que el GP de estadounidense siempre ha sido difícil de mantener; para el Gran Circo. Estados Unidos significa un nuevo mercado que a menudo le ha sido difícil de explotar, con muchos problemas para encontrar acuerdos con la gerencia de los circuitos y los organizadores. No obstante, la competición europea, por excelencia ha hecho siempre un esfuerzo por llegar a los aficionados norteamericanos, por lo que tampoco se le puede reprochar que haya dejado de lado el que, aunque no nos acordemos, es uno de los países donde más carreras de F1 se han disputado. Así que, vistamos los colores de las barras y las estrellas y disfrutemos de uno de los eventos más coloridos y espectaculares de la F1, el GP de Estados Unidos.

Grosjean: "Habrá un orgullo extra por pilotar para un equipo americano en el circuito"