Toro Rosso llegó a China con ganas de demostrar que el cuarto puesto de Bahréin no fue flor de un día. Contrario a lo que esperaban los de Faenza, el equipo no se mostró tan competitivo como una semana antes en ninguna de las sesiones de entrenamientos libres. Al llegar a la clasificación, Brendon Hartley consiguió pasar el corte de la Q1 por milésimas de diferencia, mientras que el héroe de Bahréin, Pierre Gasly, se quedó en la primera ronda clasificatoria.

Para la carrera, Toro Rosso se encomendó a una estrategia agresiva para sus pilotos. Hartley tomó la salida con los neumáticos ultrablandos, unas gomas que por delante solo utilizaron aquellos que tenían la obligación de hacerlo. Por su parte, Gasly arrancó montando el compuesto medio con la esperanza de poder alargar su parada para ganar posiciones.

La ejecución de la estrategia no tuvo los resultados deseados. Hartley fue el primer piloto de la parrilla en realizar su parada debido a la alta degradación de este compuesto para montar los medios. En cuanto a Gasly, su tanda no fue tan larga como se esperaba en un principio y cambió a los neumáticos blandos en la vuelta 20.

Aparte de la cuestionable estrategia, Toro Rosso protagonizó uno de los momentos cruciales en el desarrollo de la carrera en pista. Gasly, con unos neumáticos más frescos y rápidos, alcanzó a Hartley. Al llegar a la frenada posterior a la recta trasera, el francés intentó meterse por un hueco inexistente y golpeó al neozelandés. A pesar de que Gasly se quejó por la radio de que Hartley había cerrado la puerta, las imágenes daban a entender lo contrario.

Los comisarios no tardaron en reaccionar ante la acción y sancionaron a Gasly con diez segundos añadidos a su tiempo, por lo que terminó la carrera en 18ª posición. Hartley se llevó la peor parte del incidente y tuvo que retirarse de la carrera debido a los daños del coche a falta de cinco vueltas para la bandera de cuadros.

Después de la carrera, los pilotos explicaron que el choque fue resultado de una confusión. Toro Rosso comunicó a Hartley por radio al comienzo de la carrera que cediera el paso a Gasly, algo que realizó a la salida de la horquilla posterior a la recta trasera. En el momento en que los dos volvieron a encontrarse en una fase más avanzada de la carrera, desde el muro pidieron a Hartley que volviera a dejar pasar a Gasly.

El neozelandés tenía planeado repetir la maniobra del principio de la carrera y ceder su posición a Gasly a la salida de la horquilla. Por su parte, el francés tenía una idea diferente del momento en el que el neozelandés le iba a dejar pasar, por lo que se metió por el interior de la curva pensando que Hartley le había abierto la puerta cuando todavía no había reducido la marcha. El resultado fue el que se vio por televisión, un choque entre compañeros de equipo que hizo que los miembros de Toro Rosso se llevaran las manos a la cabeza.