El Gran Premio de Mónaco fue el escenario de un suceso muy peligroso en la carrera del domingo. Durante el periodo de coche de seguridad, dos comisarios se adentraron en el circuito cruzando la línea de salida del pit lane de la primera curva justo cuando Sergio Pérez estaba saliendo de boxes. El mexicano estuvo a punto de atropellar a ambos comisarios, pero pudo esquivarles y no hubo que lamentar ningún tipo de lesiones.

Según informó el Automobile Club de Mónaco tras la carrera, los dos comisarios tenían permiso para entrar en la pista y las señales de coche de seguridad advirtieron a Pérez de su presencia. Diversas fuentes difieren con esta versión, señalando que esta orden no vino por parte del personal de la FIA y el órgano de gobierno está preparando un informe sobre lo ocurrido.

Para evitar que se repita este suceso, la FIA planea mostrar el vídeo del incidente desde la cámara del monoplaza de Pérez con el objetivo de que los comisarios sean conscientes del peligro que supone entrar a la pista sin permiso de dirección de carrera. De esta manera, el órgano de gobierno pretende dar un toque de atención a los comisarios para que no tomen este tipo de decisiones por su propia cuenta.

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Pérez se llevó un buen susto en el momento del suceso e informó de lo ocurrido nada más acabar la carrera. “Fue un momento muy frenético. Es algo que no te esperas encontrar como piloto, especialmente en la salida del pit lane, cuando estamos haciendo paradas y quieres ir a la cola del coche de seguridad tan rápido como puedas para asegurar tu posición. Ese momento puede ser muy crítico”, comentó.

“Fue mala suerte encontrarme con los comisarios ahí y tuve suerte de no golpearles. Era el peor momento para estar allí. Frené, pero al mismo tiempo no quería bloquear las gomas, para asegurarme de que podía girar. Todo pasó muy deprisa. Vi a un comisario corriendo y el otro se paró en el momento justo. Si se hubiera movido, no hubiese tenido donde ir, añadió el mexicano.