La fiabilidad ha sido un factor determinante en la lucha por el campeonato del mundo. Si bien se esperaba que Mercedes fuera quien sufriera más en este sentido teniendo en cuenta sus frágiles cajas de cambios, finalmente ha sido Ferrari la mayor afectada por fallos de distintas piezas del monoplaza, especialmente en el motor.

Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen sufrieron problemas de motor en distintos momentos del fin de semana en Malasia, pero el suceso que más daño hizo a la Scuderia fue el de Japón. El piloto alemán tuvo que retirarse de la carrera tras las primeras vueltas debido a un fallo en una bujía. Sergio Marchionne reveló más adelante que esta pieza tenía un coste de apenas 59€, un porcentaje irrisorio dentro del presupuesto de un equipo de Fórmula 1.

Fue un sinsentido mecánico que tuvo un impacto en un coche que cuesta millones de euros. Es un problema que probablemente hemos estado ignorando porque nunca tuvo mucha importancia. Ahora hemos visto en al menos tres ocasiones el impacto devastador que tiene en el rendimiento. Lo arreglaremos”, declaró el presidente de Ferrari.

La Scuderia se ha puesto manos a la obra para reforzar su departamento de control de calidad y ya ha anunciado su primera incorporación. María Mendoza, especialista en elementos químicos y metales, se une a Ferrari para intentar evitar problemas como el de la bujía de Japón. Mendoza había trabajado desde 2012 para FIAT y su fichaje puede ser clave a la hora de mejorar la fiabilidad del monoplaza en la recta final del campeonato.