El Gran Premio de Brasil comenzó movidito para Sebastian Vettel. El piloto de Ferrari perdió posición en la salida con Max Verstappen, si bien, pudo recuperarla poco después. Sin embargo, el neerlandés le acabó adelantando de nuevo sin que el actual subcampeón pudiera responder.
Poco más tarde, el alemán se fue largo en una curva y perdió posición con Kimi Raikkonen, que además, comenzó a alejarse ligeramente de él. Gracias a una estrategia beneficiosa, Vettel salió de boxes por delante de Kimi, sin embargo, en Ferrari se dieron cuenta que el alemán seguía sin ir rápido, y acabaron pidiéndole que intercambiara posición con su compañero.
Hacia el final de carrera, Vettel realizó una parada extra en boxes, buscando quizás salir beneficiado de un potencial coche de seguridad o similar, situación que no se produjo, acabando en sexta posición, a 27’’ del ganador, a 22’’ de Kimi Raikkonen, y apenas 17’’ por delante del Sauber de Charles Leclerc. Una situación, cuanto menos atípica.
Ferrari ha querido exculpar a su piloto, explicando que uno de los sensores del vehículo del piloto alemán no estaba bien. “En la vuelta de formación nos dimos cuenta que un sensor del vehículo de Vettel tenía un problema. Durante toda la carrera tuvo que probar diferentes configuraciones a las que normalmente usamos, y eso provocó que el vehículo fuese más difícil de conducir.”, aseguró Maurizio Arrivabene.
También, lo que el sábado parecía una victoria, acabó jugando en contra. El equipo Ferrari arriesgó al máximo para clasificar en Q2 con neumático blando, mientras que el resto no arriesgó con los superblandos. Teóricamente, esto debía dar ventaja a Ferrari, pues se esperaba que los superblandos se destruyesen en muy pocas vueltas. Sin embargo, no fue así. Los ‘rojos’ se comportaron de forma excepcional, especialmente en Red Bull, mientras que los blandos, el neumático de Ferrari, tuvo más problemas.
“No fue una ventaja comenzar con estos neumáticos. Pensábamos que iba a ser, pero no fue el caso. Tuvimos que luchar para que los neumáticos trabajasen y no deslizaran, así que no fue una buena carrera. Tampoco eran lo suficientemente rápidos. Digamos que el blando no estuvo a la altura. El superblando fue rápido, más rápido, y duró lo suficiente. No creo que antes de carrera nadie pensara que se podía hacer la carrera con superblando-blando, pero no fue un problema”, argumentó Vettel al término de la carrera.
