Una situación mil veces vista. Ferrari se plantó en el Gran Premio de España con unos nuevos espejos retrovisores, cuyo soporte residía en el ‘halo’, un lugar autorizado por la FIA tras una aclaración de la normativa publicada antes del Gran Premio de Azerbaiyán.

Aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, Ferrari aprovechó y añadió un aletín paralelo al espejo, para dirigir el aire hacia el alerón trasero, lo que provocó quejas del resto de equipos hacia una FIA que no estaba aún muy decidida sobre si declarar el elemento legal o no.

Los comisarios del Gran Premio de Barcelona autorizaron su uso, pero Charlie Withing no parecía del todo conforme, y tras analizar el elemento en profundidad y escuchar las quejas del resto de equipos, han solicitado a Ferrari que modifique su espejo para el Gran Premio de Mónaco, es decir, la próxima carrera, dejando que puedan usarlo en la presente carrera.

La FIA aclara que el espejo puede seguir anclado al ‘halo’, pero en esta ocasión sin el apéndice aerodinámico que el equipo italiano se había sacado de la manga, y que, según ellos, estaba para mejorar la estabilidad del espejo, y no por rendimiento aerodinámico, argumento que no ha sido comprado por los comisarios.