Las últimas vueltas del Gran Premio de Gran Bretaña estuvieron llenas de emocionantes luchas y de polémicas maniobras, terminando algunas de ellas en toques o en accidentes. Este fue el caso del incidente entre Carlos Sainz y Romain Grosjean que se produjo nada más darse la resalida del primer coche de seguridad de la carrera, cuando el francés se precipitó a la hora de defender su posición a las puertas de la zona de puntos.

Sainz llevó a cabo una maniobra de adelantamiento sobre Grosjean por el exterior en Copse, una curva de alta velocidad donde cualquier toque puede derivar en un fuerte golpe. El de Haas perdió el control de su vehículo a la hora de defenderse por el interior del ángulo e impactó con Sainz en el proceso. Ambos pilotos se fueron a la grava y golpearon las protecciones de la pista, pero salieron ilesos de sus monoplazas.

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Los comisarios investigaron el incidente una vez concluyó la carrera, lo que daba a entender que Grosjean se arriesgaba a recibir alguna sanción en parrilla para la próxima cita. Al contrario de lo que podría pensarse inicialmente, el francés no recibió ningún tipo de penalización por el incidente que dejó fuera de carrera a Sainz y a él mismo tras coincidir ambos en que se trató de un incidente de carrera.

Sainz cerró ligeramente la trazada por el exterior de la curva, lo que encajonó un poco a Grosjean. A su vez, el galo frenó para tratar de evitar tocar al de Renault, pero perdió el control debido a las turbulencias creadas en el alerón delantero de su vehículo. Al estar tan cerca, los dos coches chocaron en lo que terminó siendo un incidente inevitable. A su vez, los comisarios no consideraron que ninguno de los dos fuera culpable del suceso, por lo que ambos salieron limpios de la reunión.

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