El primer Gran Premio de Rusia, que se celebrará el 12 de octubre en la ciudad de Sochi, podría ver parada su realización tras las crecientes tensiones entre el país eslavo y Ucrania. Desde hace meses, la crisis de ambos países y las sanciones económicas que la Unión Europea y Estados Unidos están imponiendo al país liderado por Vladimir Putin, podrían derivar en una cancelación prematura del evento de Fórmula 1 por las calles de Sochi.

Niki Lauda ya declaró a comienzos de mes que el deporte podría llegar a realizar una especia de ‘boicot’ al país ruso debido a la crisis de Crimea y a las acciones que están aconteciendo en territorio ucraniano respaldadas por el Primer Ministro ruso. También se ha sugerido que la presencia de Sergey Sirotkin en los Libres 1 del Gran Premio de Rusia podría estar en duda tras las sanciones que los Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto a su principal valedor, el banco SMP Bank. Boris Rotenberg, principal respaldo del jovencísimo piloto ruso, sería una persona realmente cercana a Vladimir Putin y estaría siendo gravemente afectado por las congelaciones de cuentas bancarias derivadas de la crisis geopolítica de los últimos meses.

Sir Richard Ottaway, jefe del comité de asuntos internacionales del Parlamento británico desde 2010, apunta a ‘The Times’ que la crisis de la región ucraniana de Crimea hace que la carrera de Fórmula 1 en suelo ruso "sea salvajemente irrealista". "Si una nueva ronda de sanciones más severas es introducida, la Fórmula 1 encontrará imposible celebrar la carrera, debido a las restricciones de flujo de dinero".