La primera gran hazaña en el calendario de Liberty Media, la incursión del ansiado Gran Premio en Miami está cercano a cancelarse después de que se sobrepasaran las fechas límites para cerrar el contrato, datada en el 1 de julio.

Fuentes del gobierno local han confirmado que no se ha cerrado ningún contrato en la fecha pactada, después de que se encontrasen ciertos obstáculos que al menos de momento, no han podido salvar. La intención de los promotores era que el trazado discurriese por Biscayne Blvd y se internase en el parque Bayfront, el cual está catalogado como zona tranquila y del cual se infringiría la normativa de ruidos.

Según fuentes, un total de 11 residentes enviaron un escrito al ayuntamiento exigiendo la no celebración de un festival de música en la zona, y por ende, la no celebración del Gran Premio. El ayuntamiento se encuentra en una encrucijada, pues cree que, de producirse una demanda, los vecinos ganarían fácilmente. Un cambio de trazado solo empeoraría las cosas frente a los vecinos.

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Este es solo el primer escalón que debería solventar la prueba, pues grupos opositores ya han anunciado que irían con todo en cuanto el contrato se cerrase, algo que asusta a la Fórmula 1 pues por primera vez adoptaba un modelo de gestión diferente al del canon de celebración de Gran Premio, tomando también ciertos riesgos.

Estados Unidos sigue siendo un mercado fundamental para la Fórmula 1 de Liberty Media, por lo que seguirán luchando para que la prueba se dispute, pero el plan inicial parece imposible de ejecutar, y el tiempo juego en contra de la ciudad para entrar en el calendario de 2019. Resulta difícil pensar que no se van a encontrar más oposición en situaciones similares, siendo quizás lo más factible optar por circuitos urbanos ya usados por Indycar o IMSA, a costa de perder cierta exclusividad.