Bernie Ecclestone está totalmente de acuerdo en que la GP2 no es sólo una categoría más barata sino que ahora tiene coches tan rápidos como la F1 "verde" y, además, mucho más ruidosos. Incluso pensando ya en futuro, habla de una supuesta categoría a la que llama "super GP2".

"Quizás deberíamos convertir a la GP2 en Fórmula 1, costaría menos. Tendríamos muchos más equipos. Así que quizás estamos hablando sobre una "super GP2", explicó Ecclestone.

Se dice que toda la polémica sobre las reglas de 2014 que está creando Ecclestone con sus declaraciones, no es más que un plan, que tiene junto al propietario billonario de la escudería campeona del mundo, Red Bull, Dietrich Mateschitz, para quitarle valor al deporte y así poder comprarlo más barato.

El británico, a sus 83 años de edad, volvió a avisar, este fin de semana, en Bahréin de que Mateschitz está tan descontento con la nueva cara del deporte que podría abandonar.

"Si quisiera dejarlo, lo dejaría. No está contento con la forma actual del deporte y es de la clase de cosas que podría hacer que se fuese del barco", aseguró Ecclestone para la televisión Sky.

Pero hay más frentes abiertos respecto a las nuevas regulaciones. Por otro lado, Red Bull, Ferrari y otros equipos líderes forman junto con Ecclestone el grupo de estrategia que está impidiendo que prosigan los planes del presidente de la FIA, Jean Todt, de establecer un presupuesto límite para 2015.

Por su parte, Ecclestone tiene un poder de seis votos, los equipos otros seis y Todt también el mismo número. Respecto a los equipos más pequeños, ellos no han sido tenidos en cuenta para el proceso de voto."Es matemáticas. No más límite presupuestario", explicó Todt decepcionado.

A pesar de no haber tenido oportunidad de decidir, los equipos más pequeños sí que se han manifestado respecto a esta votación sesgada. El director adjunto de Force India, Bob Fernley, añadió que Ecclestone y los equipos más punteros eran partidarios de parar el proceso de imponer un límite presupuestarios porque las escuderías más pequeñas podrían abandonar y se allanaría el camino para que entraran los coches-cliente.

"No puedes darles dinero y poder a ciertos equipos puertes, quitar el derecho al voto a los demás y esperar que estemos contentos", apuntó Fernley, para el periódico británico, the Guardian.

Sobre la idea de los coches-cliente, Bernie se mostró claramente partidario respecto a la idea de que existan seis equipos fuertes que le vendan el chasis al resto de la parrilla. "Sí, me gustaría ver eso. Me da igual si funciona o no", afirmó.

Al final, probablemente todo este plan de Ecclestone para hacerse con el control del Gran Circo, puede venirse abajo en cualquier momento. Por el momento, él se limita a negar los rumores sobre su supuesto plan, argumentando que "no tienen sentido".