Los más de 20.000 aficionados que se acercaron ayer al circuito internacional de Jerez se mostraban ansiosos por ver el retorno de Fernando Alonso en McLaren, pero se tuvieron que conformar con verle rodar a un ritmo muy lento y tan solo en seis ocasiones. Este inicio entraba dentro de lo planeado en el equipo de Woking, que son conscientes de las enormes dificultades que conlleva probar una unidad de potencia completamente nueva.

Por su parte, el presidente de McLaren Group, Ron Dennis, no se vio demasiado alterado e hizo un llamamiento a la paciencia.

"Nuestros motores están dos o tres pasos por detrás de lo que estarán en carrera, así que vamos a continuar desarrollándolos hasta el último test. El coche está perfectamente fabricado en la parte de atrás, ahí se nota la mano de Peter Prodromou y su equipo, que sacaron el máximo provecho de ello. La palabra clave para todos en el equipo es paciencia. Tenemos que vivir con las frustraciones que casi todos habíamos previsto", comentó ayer en Jerez.

El cambio de fabricante supone un nuevo inicio para McLaren y un nuevo período de adaptación a los nuevos elementos de esta era. "El nivel de detalle y precisión del fabricante de los componentes ha superado cualquier estándar de McLaren del pasado. La elegancia de algunas soluciones aerodinámicas, su relación con la suspensión o los conductos de freno están a un nivel que nunca fuimos capaces de conseguir antes. Además, hay mucho trabajo alrededor del ERS, el KERS y las tecnologías que estamos usando. Algunas de estas tecnologías no existían antes", añadió.

Dennis insiste en que parten de una buena base, pero necesitan tiempo para comprender todos los sistemas. "Los problemas que estamos experimentando son en relación al motor. En este momento no hay un claro entendimiento, pero tenemos algunos sensores que nos indican correctamente las otras partes del sistema. En el arranque del motor no hemos sufrido ningún sobrecalentamiento, algo que sería normal si lo has hecho mal. Esto es un claro indicio de que el diseño mecánico del coche ha sido bien ejecutado", reveló el británico.

Al jefe de McLaren no le sorprendieron las más de 150 vueltas que dio el Mercedes ayer y aseguró que los de Woking pueden tener una ventaja en el apartado tecnológico si dan con la tecla. "Hemos tomado riesgos técnicos. Hay tecnologías que creo que somos los primeros en desarrollarlas y necesitamos trabajar duro para conseguir una ventaja. Probablemente no lo veamos en Australia, pero sabremos si lo hemos hecho bien a partir de la segunda o tercera carrera. En este primer test solo probaremos las consecuencias de todo este paquete", confirmó.