La segunda mitad de la temporada será especialmente crítica para Daniil Kvyat y su futuro en la Fórmula 1. El asiento del piloto ruso en Toro Rosso está en peligro sobre todo tras su bajo rendimiento en la primera parte del año, pero Kvyat espera resurgir de forma similar a como lo hizo la pasada campaña, lo cual le sirvió para mantener su puesto en 2017.

Spa puede ser el punto de inflexión para Kvyat de cara a mejorar sus resultados, pues apenas ha puntuado en dos carreras en la primera mitad del año. “Es un circuito legendario y uno en el que estoy deseando correr cada año. Es una de mis pistas favoritas y creo que a todos los pilotos les gusta mucho. Es imposible que no te guste”, declaró el ruso.

“Es un gran circuito con una larga historia. Lo primero que te viene a la mente al pensar en este trazado es la legendaria curva de Eau Rouge, pero tengo que decir que, en cierta manera, cada curva allí es especial y única. También es el circuito más largo del calendario y tiene mucha fluidez. Eso hace que se disfrute de la experiencia. Es el único trazado donde tenemos que hacer el ‘track walk’ en una scooter, porque es muy largo para dar una vuelta andando”, explicó Kvyat.

El ruso pone el centro de atención en dos factores clave de cara a la carrera en Spa: el impredecible tiempo climatológico y los rebufos. “Otra cosa interesante de este circuito es que es tan grande que puede estar lloviendo en una parte y el resto estar seco, así que la carrera puede ser muy interesante y necesitas estar preparado para todo. También es interesante y divertido correr aquí por los rebufos. Es fácil encontrar uno en algún punto de la vuelta y puede ser muy útil, sobre todo en clasificación”, apuntó.