Daniel Ricciardo sacó el máximo provecha de las características del circuito de Mónaco para conseguir llevarse una victoria a pesar de averiarse el MGU-K tras unas vueltas del comienzo de la prueba. Un triunfo que, sin embargo, tendría un gran coste posterior.

Y es que si en un principio se dijo que el problema de la MGU-K no había sido terminal, y tras una reparación podría volver a usarse, el discurso ahora ha cambiado, y según asegura Adrian Newey en una información recogida por la propia web de la Fórmula 1, Red Bull se verá obligado a remplazar este elemento de la unidad de potencia, y quizás alguno más.

“Definitivamente tendremos algunas sanciones en Montreal, pero no sabemos en estos momentos cuantas. El punto está en si la batería se dañó o no en Mónaco, así que hasta que no tengamos respuesta de Renault, no sabremos exactamente a qué enfrentarnos.”, aseguró el de Red Bull.

“El MGU-K nos supondrá una sanción. Dudo que se pueda reutilizar, considerando que se incendió y acabó en algo carbonizado y quemado. Me sorprendería que se pudiera…”, ironizó Newey sobre las primeras informaciones publicadas que se referían a que la pieza sería reutilizada, informaciones que se atribuyeron a Cyril Abiteboul.

Si Ricciardo penaliza en exceso, a Red Bull le podría interesar hacer un cambio de los distintos componentes que ya tenía al límite, como centralita y baterías. No así en el motor, por lo que estrenar el nuevo motor de Renault, no le libraría de una sanción en el futuro, y en cualquier caso, Adrian no parece muy motivado con el nuevo propulsor.

Tiene alrededor de un 1% más de potencia, que es una décima de segundo, así que valdría la pena tener el nuevo motor, pero no es trascendental”, sentenció el de Red Bull.