Mercedes se consolida como el rival a batir en el Gran Premio de Francia. Lewis Hamilton fue el piloto más rápido de la segunda sesión de entrenamientos libres disputada en Paul Ricard con un registro de 1’32’’539. El británico superó en siete décimas al segundo clasificado, Daniel Ricciardo. De esta manera, el equipo de Brackley deja muy buenas sensaciones con respecto a sus opciones de victoria.
Ricciardo lideró la ofensiva de Red Bull por delante de su compañero de equipo. Aun así, Max Verstappen se quedó a apenas 28 milésimas del registro del ‘aussie’. Buenas noticias para las aspiraciones de Red Bull teniendo en cuenta la importancia del motor en el circuito de Paul Ricard, confirmando la mejoría vista en Canadá en este sentido.
Ferrari volvió a quedarse ligeramente descolgada de la lucha al frente de la parrilla. Kimi Raikkonen terminó en cuarto lugar y fue el piloto más rápido de la Scuderia, a ocho décimas del tiempo de Hamilton. Por su parte, Sebastian Vettel finalizó en quinta posición y fue más de un segundo más lento que el británico. Aun así, ambos quedaron por delante de Valtteri Bottas, quien sufrió una fuga de agua en su Mercedes y fue séptimo.
Carlos Sainz volvió a rozar el top 10 al ser duodécimo en la segunda práctica, justo por detrás de Nico Hulkenberg. Fernando Alonso mejoró con respecto a la primera sesión. El asturiano marcó sus mejores registros en la parte final del entrenamiento y logró colocarse octavo, aunque tuvo un susto en una de sus últimas vueltas al perder el control de su McLaren.
Los errores y la preocupación por las ráfagas de viento volvieron a ser un factor clave en el desarrollo de la sesión, aunque una bandera roja tuvo un gran impacto en los resultados. Una rueda se soltó en el monoplaza de Sergio Pérez cuando estaba en una vuelta rápida, lo que hizo que el mexicano perdiera el control del vehículo y trompeara en mitad de la pista. En caso de haber permitido salir a Pérez con la rueda mal apretada, Force India podría recibir una multa.
En los últimos instantes de la sesión, Brendon Hartley tuvo que detener su Toro Rosso en la pista debido a un posible problema de motor. Malas noticias para el equipo de Faenza, pues en caso de tener que reemplazar la unidad de potencia del neozelandés tendrá que recibir una penalización en parrilla.
