El fin de semana del Gran Premio de Azerbaiyán ha empezado con sobresaltos. La primera sesión de entrenamientos libres no llegó ni a los 15 minutos de duración debido a un grave fallo de seguridad derivado de unas circunstancias estrambóticas en el circuito de Bakú, una situación que no debería de ocurrir en un trazado homologado para albergar una carrera de Fórmula 1.

George Russell estaba completando sus primeras vueltas en el circuito de la capital azerí cuando pasó por encima de una alcantarilla al final de la segunda recta. La tapa de la alcantarilla, de tamaño considerable, se aflojó y destrozó por completo el fondo plano del Williams del británico en apenas unos segundos. Russell paró inmediatamente para aparcar su vehículo fuera de la trazada.

Formula one, Formula libre, Formula racing, Race car, Motorsport, Formula one tyres, Indycar series, Vehicle, Formula one car, Racing, pinterest

Esta peligrosa situación hizo que saliera la bandera roja de inmediato, interrumpiendo el desarrollo de la sesión. La pesadilla logística no terminó ahí, pues la grúa que trasladaba el Williams de vuelta a boxes golpeó uno de los túneles del circuito. Debido al impacto, el gancho del vehículo sufrió una fuga de agua que cayó sobre el monoplaza de Russell en una imagen dantesca.

Para evitar mayores problemas con otras alcantarillas del circuito, concretamente más de 300, la sesión de libres se canceló con menos de 15 minutos disputados. Se desconoce por el momento si se alargará la duración de los segundos libres para compensar el tiempo perdido, pero estos sucesos no dejan en buen lugar a la organización de un Gran Premio que todavía tiene que consolidarse en el calendario.