Llegó el momento. Andreas Seidl tomó posesión efectiva de su cargo, Director Ejecutivo, el pasado 1 de mayo, tras el Gran Premio de Azerbaiyán, y será durante el Gran Premio de España, la próxima cita, cuando debute al frente del equipo en acto público.
El alemán ha sido recibido con los brazos abiertos en McLaren, que esperaban su incorporación como agua de mayo desde que se iniciasen las conversaciones con el ingeniero, a finales de 2018, y especialmente tras confirmarse su incorporación el pasado mes de enero.
Aunque es improbable que su mano se pueda notar a corto y medio plazo, desde McLaren se espera que un hombre de su perfil, relativamente joven, pueda aportar un punto de vista capaz de ser diferenciador respecto al resto de equipo, especialmente tras episodios vividos como el de Williams, que han puesto de relevancia la a menudo olvidad estructura organizativa y qué ocurre cuando falla algún eslabón.
A Andreas se le acusa directamente de gran parte del éxito cosechado por Porsche en su corta estancia con los LMP1 híbridos, etapa que incluye un diseño fallido, y más importante aún, una rápida corrección que llevó al fabricante alemán a ganar las 24 horas de Le Mans. En Porsche, conocedores de las aptitudes del ingeniero, intentaron retenerlo para su futuro programa en Fórmula E, pero ante la llamada de McLaren, poco pudieron hacer por retenerlo.
“Durante estos primeros días, he estado hablando con la mayor cantidad posible de personas en la fábrica, algo que continuaré haciendo durante las próximas semanas para conocer a todo el equipo.”, aseguró el ingeniero. “En España es donde la mayoría de equipos estrena evoluciones, así que va a ser difícil adivinar cómo va a quedar la parilla este fin de semana, por lo que trataremos de centrarnos en nosotros mismos.”
La incorporación de Seidl es otro de los cambios introducidos por Zak Brown, que no está dudando en realizar inversiones en capital humano para las diferentes áreas de la nueva McLaren, que ahora sí, excede el campo de la Fórmula 1.
