El plan B de Bernie Ecclestone está en Austria y en el regreso de su carrera después de que abandonase el calendario en 2004, según ha informado la BBC. El Red Bull Ring, el antiguo A1 Ring, ya acogió carreras de Fórmula 1 en distintos períodos de tiempo, de 1970 a 1987, cuando dejó de albergar carreras de la máxima categoría por su peligrosidad, y de 1997 a 2003.

El asesor deportivo de Red Bull, Helmut Marko comentaba en el Salzburger Nachriten que la Federación Internacional estaba al tanto del interés de la marca de bebidas energéticas por acoger la carrera en su circuito. "Hemos hecho saber a la FIA que el Red Bull Ring tiene la licencia de Fórmula 1 completamente actualizada".

No son pocos los obstáculos que impedirían, hoy por hoy, la celebración de la carrera en territorio austríaco. La zona tiene poca acomodación de hoteles para acoger a la hipotética muchedumbre que acude a un Gran Premio y a los propios integrantes de los equipos. Por otro lado, Red Bull llegó a un acuerdo con el gobierno de la región por el que no celebrarían ningún evento con más de 40.000 personas, algo que una carrera de Fórmula 1 superaría con creces. En última instancia, aunque las instalaciones fueron mejoradas tras la compra del trazado por la marca de bebidas, no están preparadas para un evento de tal magnitud.

Sin embargo, Marko le quita hierro al asunto y afirma en el citado diario austríaco que ninguno de estos inconvenientes es irreparable. Calificaba de tonterías el tema de los alojamientos: "Lo logramos en los 70 y los 80", y señalaba la ciudad de Graz, a 80 kilómetros del circuito, como ejemplo ya que tuvo suficientes habitaciones en aquella época.

En lo referente a las instalaciones, recordaba que la sala de prensa tuvo capacidad suficiente para cubrir el DTM este año, que se podría ampliar si fuese necesario y se encargarían de que las personas al mando de la organización fuesen veteranos en este tipo de eventos.

Marko no daba pistas respecto al pago del canon, el cual ponen en entredicho algunos gobiernos por las dificultades económicas de la mayoría de países: " Vamos a esperar y ver lo que pasa".

La decisión final la tomarán entre Dietrich Mateschitz, copropietario de Red Bull, que ya hace más de un año negó la vuelta de Austria a la F1, y Bernie Ecclestone. Ambos son amigos, se conocen bien y pueden llegar perfectamente a un acuerdo para que Austria vuelva a acoger un Gran Premio, siempre y cuando las condiciones sean las adecuadas.

En el otro lado del campo de batalla por acoger esta carrera, está la siempre incierta idea de Turquía, cuyas autoridades dejaron en manos del sector privado la posibilidad de celebrar la prueba. "Si lo quieren, el sector privado puede traer la Fórmula 1”, alegaba el primer ministro turco. “No es cosa nuestra pagar el coste de los derechos para que una empresa privada traiga la F1".

Por el momento, la realidad es que el calendario de 2013 lo conforman 19 pruebas después de retrasarse el estreno de Nueva Jersey hasta 2014 y el 21 de julio es la fecha reservadapara este Gran Premio europeo aún por dilucidar.