Fue en Bakú donde Charles Leclerc consiguió sus primeros puntos en la Fórmula 1 el año pasado a bordo de su Alfa Romeo Sauber. Sin duda que sería bonito lograr la ansiada victoria en un escenario como este, donde, además, en las 3 ediciones que se han disputado en el Mundial, Ferrari no sabe lo que es ganar aquí.
Pero Leclerc no se obsesiona con el eventual logro de la primera victoria en la Fórmula 1. El monegasco sigue calmándose a si mismo y sigue prefiriendo echar un cable a su equipo en lugar de mirar por si mismo. Se ha recalcado muchas veces, pero hay que decirlo de nuevo, la actitud de Charles es encomiable ya que se entrega en cuerpo y alma por y para el equipo. Hasta el final de las consecuencias.
“No estoy obsesionado. Mi obsesión ahora mismo es hacer el mejor trabajo posible y extraer todo el potencial del coche, y entonces estoy convencido de que los resultados acompañarán”, advierte Leclerc desde Bakú. “Obviamente, estoy impaciente para que llegue el momento, si es que tiene que pasar, así que trabajaré para ello. Simplemente estoy obsesionado de sacar el máximo del coche.”
Será sin duda un Gran Premio especial para el emergente piloto de Ferrari, que además también sabe lo que es ganar en este trazado, ya que lo hizo con Prema en la Fórmula 2. Pero si hay algo por lo que destacaría este Gran Premio Charles es por el hecho de que disfruta de las carreras en trazados urbanos.
“Me siento particularmente cómodo en los trazados urbanos, y aquí no es una excepción, porque realmente me gusta esta pista y pilotar cerca de los muros sin tocarlos. Es un reto que me gusta como piloto. Lo voy a dar todo y si llega ahora o más tarde, no lo sé. Trataré de darlo todo para conseguir el mejor resultado posible. Estaría bien conseguirla aquí, pero vamos a tener que ser pacientes y trabajar para obtenerla lo más pronto posible”, explica finalmente Leclerc, dando las últimas pinceladas a la deseada primera victoria para el monegasco.
