A sus 55 años Carlos Sainz sigue en plena forma, así lo avala su último Dakar conseguido recientemente junto a Lucas Cruz y con un Peugeot 3008 DKR Maxi que por cierto, tuvimos la ocasión de copilotar recientemente. Tras vivir semejante experiencia, una de las más intensas que recuerdo, tuvimos la ocasión de charlar con el campeón de forma más sosegada y desde la distancia, analizó una temporada 2018 de Fórmula 1 que se presenta apasionante para los españoles, en especial para su hijo a quien, eso sí, no le ve todavía alzándose con un Gran Premio de momento.

“Es un poco pronto para eso”, zanja Sainz padre. “A Carlos le veo contento, le veo animado, le veo con ganas. Y creo que nos va a dar algunas alegrías este año” destaca el madrileño, quien desde la experiencia, sabe que no es importante mantener los pies en la tierra. "Creo que este año van a dar un paso hacia delante –en alusión a Renault– y el hecho de empezar ya desde el inicio de la temporada con el equipo habiendo hecho cuatro carreras, es positivo” destaca el 'Matador' que no quiere ir más allá.

“Confío en que va a ser un gran año para Carlos, pero mi experiencia me ha demostrado que no hay que pensar en victorias ni celebraciones. A día de hoy son meras hipótesis. Obviamente, si esto sucede en algún momento estaré encantado de la vida, pero a día de hoy no hay nada”, enfatiza quien mejor conoce a Carlos Sainz hijo y a quien se le acaban los elogios a la hora de definirlo como piloto.

“Mi hijo tiene un ‘talentazo’ brutal, es súper rápido y se adapta bien a todo, por eso está en la Fórmula 1. Creo que nos va a dar alegrías”, subraya Sainz quien sin embargo, no se pone plazos y estima que el ’55’ tampoco, pues es algo que ha aprendido de él. “Carlos convive conmigo, ha estado siempre cerca de mi y habrá visto que su padre es cabezota, profesional, respetuoso y meticuloso en lo que hace, y que el trabajo al final siempre da resultado.” concluye.