Mónaco ha sonreído a los pilotos españoles participantes en las carreras teloneras del Gran Premio del Principado. Por un lado, el barcelonés Sergio Canamasas logró ayer un brillante segundo puesto después de superar a dos contrincantes en los primeros metros de la carrera, y mantuvo la posición a pesar de la salida del Safety Car a mitad de la carrera. El piloto de Trident, que fue quinto en la primera manga después de remontar desde la decimosegunda posición al abrigo de una estrategia conservadora y un pilotaje muy cerebral, demostró ser en la segunda mucho más rápido que el monegasco Stéphane Richelmi, a la postre el ganador de la carrera. Canamasas intentó forzar el error de su contrincante, pero éste no falló y las características del circuito le impidieron cualquier tentativa de adelantamiento.

Algo similar le ha sucedido hoy a Carlos Sainz, cuarto en la carrera de World Series disputada esta mañana en las calles del Principado. Carlos fue el más rápido en la calificación de su grupo–ésta se divide en dos para evitar situaciones de tráfico–, pero la evidente mejora de la pista en el segundo grupo provocó que perdiera la Pole Position. Después, los comisarios le hallaron culpable de bloquear a otro competidor, de manera que le relegaron al cuarto puesto en la parrilla. Desde allí, muy poco ha podido hacer Carlos, que ha demostrado un ritmo muy superior al del malasio Jazeman Jaafar pero no ha podido superarlo. Pese a esta circunstancia, ha dejado atrás al británico Oliver Rowland y así ha podido ampliar su ventaja al frente del campeonato hasta los 15 puntos.