Brasil ha tenido que desembolsar una gran cantidad de millones para asegurarse de no perder Interlagos, su cita en el calendario de la Fórmula 1. Esto es lo que ha confirmado Fernando Haddad, alcalde de la ciudad de Sao Paulo, tras la comprobación de las mejoras de las instalaciones que han costado un total de 50.701.000 euros y han sido financiadas por un programa del gobierno federal.

"Si el dinero no estuviese para el programa, podríamos estar en una situación muy delicada, con un serio riesgo de perder la carrera en favor de otra ciudad", aseguró el alcalde de Sao Paulo para la agencia española EFE.

El gran cambio que presentará la penúltima prueba del calendario, que se celebra el próximo mes de noviembre, supone el total reasfaltado de la pista brasileña. Ya para la cita de 2015, los equipos podrán disfrutar de un renovado pitlane y nuevas instalaciones del paddock.

"Es la mayor reforma desde 1990 porque estábamos en peligro de perder la F1 para irse a otra ciudad de Latinoamérica como Buenos Aires", afirmó Hadded para el medio brasileño Globo.

Por su parte, el alcalde de esta ciudad insiste en que las mejoras se basaron en resolver un problema tecnológico que existía. La pista, devoción tanto de los pilotos como de los equipos, se podrá disfrutar en sólo unas semanas, gracias a esta gran reforma en la que Brasil ha empleado su tiempo y dinero.

"Estábamos en un momento delicado porque a los pilotos y equipos les encanta esta pista, pero había un problema tecnológico", finalizó para Total Race.