Kimi Raikkonen se encargó de volver a situar un Lotus en lo más alto de la clasificación por primera vez desde la victoria de Ayrton Senna en el Gran Premio de Detroit de 1987, si bien la relación entre el Team Lotus y el actual Lotus F1 se reduce únicamente al nombre. La victoria de 'Iceman' fue especial para el finlandés, pero también para el jefe de su escudería, Eric Boullier.

Boullier confía en que sus pilotos sepan dar continuidad al resultado cosechado en el Yas Marina. "Faltan dos carreras. Lo hemos hecho y podemos volver a hacerlo esta temporada. Ganar nos ha llevado su tiempo, pero todos sabíamos que podíamos hacerlo".

La formación de Enstone ha conseguido desbancar a Mercedes de la cuarta posición de la tabla en el Mundial de Constructores, todo un logro visto el limitado presupuesto de la escudería. "Nuestro equipo está lejos de tener el capital más grande de la parrilla, pero yo lo veo como una ventaja", reflexiona Eric. "Eso nos obliga a ser más listos y esa es una de las señas de identidad de Enstone. Demostramos lo que puede hacer este equipo cuando en octubre llevamos mejoras que hicieron que nuestro coche fuera rápido de nuevo".

Boullier recibió las felicitaciones de algunos de sus rivales, que inundaron su teléfono móvil con mensajes al final de la carrera. "¡Recibí unos 400 mensajes después de la bandera a cuadros! Fue una bonita sorpresa ver que parte de esos venían de nuestros equipos rivales, que decían que estaban muy contentos con nosotros".

"Fue bonito escuchar por parte de gente del paddock que merecíamos la victoria. Además, estar en el podio como jefe del equipo ganador fue algo muy especial. Fue un momento muy emocionante. Espero que nos acostumbremos a eso muy pronto".