El accidente que Valtteri Bottas sufrió durante la sesión de clasificación del Gran Premio de Australia, prueba inaugural de la temporada, no solo complicó las aspiraciones del piloto finlandés para el resto de la prueba, sino que el equipo tuvo que cambiar la caja de cambios, así como varios componentes de la unidad de potencia.

Por la caja de cambios, Bottas sufrió una penalización de cinco posiciones en parrilla, pero las de la unidad de potencia entraban dentro del límite de tres unidades para toda la temporada o dos, dependiendo del componente. Concretamente, Mercedes instaló un nuevo acumulador de energía (Energy Store) y una nueva centralita (Control Electronics), que junto a la MGU-K son los componentes de los que solo se pueden usar 2 durante toda la temporada, poniendo al piloto finlandés en un compromiso.

Mercedes ya avisó que las piezas habían sido cambiadas por precaución, no por rotura demostrada, y que se llevarían a fábrica para ser inspeccionadas y determinar su futuro.

Tras las pruebas realizadas, Bottas y Mercedes pueden respirar más tranquilos pues las piezas no sufrieron daños y pueden volver a ser usadas por el piloto cuando las necesite, quedando la amenaza de sanción más alejada.