Los estrategas de Mercedes se han sacado auténticas genialidades de la manga no solo en carrera, pues en clasificación también han desarrollado tácticas excelentes. El Gran Premio de Azerbaiyán fue una muestra de ello, pues los de Brackley consiguieron engañar a Ferrari para que Sebastian Vettel saliera de boxes justo detrás de ellos, momento en el que sus dos pilotos le cedieron el paso al final del pit lane.

Para beneficiarse de los rebufos, que son más importantes que nunca en Bakú, Mercedes mandó a sus pilotos esperar al final del carril de boxes. Esta estrategia tuvo un beneficio doble, pues provocó la salida de Vettel y el alemán se quedó sin nadie por delante una vez Valtteri Bottas y Lewis Hamilton pararon al final del pit lane, evitando que el Ferrari se aprovechara de su rebufo.

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Llevar a cabo esta estrategia tenía un riesgo, pues Bottas y Mercedes podían quedarse sin tiempo para una última vuelta en clasificación, pero finalmente no fue así y ambos tuvieron un último intento que les permitió ocupar la primera línea de la parrilla. “Durante las últimas carreras, todo el mundo estaba parado en el pit lane con los motores encendidos mirándose unos a otros, explicó James Vowles, estratega de Mercedes.

“¿Quién sería el primero en salir? Ese sería el coche que lideraría al resto y crearía el rebufo. En Shanghái salimos muy tarde y otros coches ni siquiera pudieron hacer su vuelta porque estaban decididos a aprovechar el rebufo y la bandera empezó a ondear antes de que empezaran su intento”, comentó.

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“En Bakú éramos muy conscientes de que este efecto podría dictar si estaríamos en la pole o no. Lo que decidimos hacer fue sacar a nuestros coches un poco antes para hacer que el resto saliera detrás de nosotros. Eso funcionó y entonces hicimos un ensayo de salida al lado izquierdo para no estar al frente del trenecito porque pensábamos que el efecto del rebufo era muy grande”, prosiguió Vowles.

“Esto suponía tomar un riesgo enorme. Cruzamos la línea de meta con apenas unos segundos restantes, pero funcionó. Nos paramos al lado izquierdo de la salida del pit lane y otros coches pasaron. Vettel lideraba el grupo y no tenía un rebufo en esta ocasión, permitiendo que nuestros coches gozaran de una buena posición detrás de otros pilotos y ambos se beneficiaran de un rebufo”, manifestó.