Si bien no sería un error considerar a Gran Bretaña como uno de los lugares donde nació la competición del motor, lo cierto es que, en uno de sus territorios, como es Irlanda del Norte, su presencia a lo largo de los años ha sido más bien inexistente, sin circuitos y con Eddie Irvine y John Watson como pilotos más destacables.
Esto, evidentemente, no quita que sea un país con gran afición al motor, tal y como se ha demostrado en el último show realizado por Red Bull. Sin apenas tiempo para recuperarse de rodar en la azotea de un rascacielos en obras previo a la disputa del Gran Premio de Estados Unidos, David Coulthard ha vuelto a ponerse a los mandos de un Fórmula 1.
Una de las principales avenidas de Belfast se acicaló para la ocasión, y una vez se puso el sol, el piloto tomó el protagonismo, dejando unas imágenes verdaderamente apasionantes, con un Red Bull decorado con leds, girando sobre el asfalto húmedo.
El vehículo usado fue el RB8 con el que Sebastian Vettel ganó el título de campeón del mundo con solo tres puntos de margen sobre Fernando Alonso, en la temporada 2012.
