El coche de seguridad virtual vivido durante el Gran Premio de Australia jugó un papel fundamental en el devenir de la carrera. No solo en la lucha por la victoria, donde Vettel agarró el liderato aprovechando esta situación, sino también para pilotos como Ricciardo, Alonso, Bottas o Vandoorne, que ganaron tiempo al realizar su parada en boxes en este periodo.

De hecho, Fernando Alonso y Max Verstappen se jugaron la posición al milímetro a la salida de boxes. Mientras Alonso parecía salir por delante, Verstappen llegó con más velocidad a la línea que delimita precisamente quién está por delante de quien hasta el punto de tener que tirar de repeticiones para aclarar la posición.

El de McLaren estaba bastante confiado en que iba por delante, y así se lo hizo saber al equipo por radio, para que avisaran a dirección de carrera. Red Bull también revisó las imágenes y constató que el adelantamiento de Max no había sido antes de la zona permitida, por lo que le encomendaron a devolver la posición.

El neerlandés sacó su brazo del cockpit de forma casi cómica, haciendo indicaciones a Fernando para que le adelantara, algo a lo que el asturiano se mostró reticente, como más tarde explicaría en televisión. Vi a Max haciéndome señales con la mano y pensé que podría ser un truco, mejor no le voy a pasar, así que le pedí confirmación al equipo antes de adelantarle”, explicaba Alonso.

“Max es un hombre agresivo en los adelantamientos, y sobre estos pequeños trucos, prefiero confirmarlos, comentó en tono de humor el piloto español.