Fernando Alonso pide paciencia para el proyecto de McLaren-Honda. En una entrevista para Movistar+, el piloto español habla de sí mismo tanto a nivel profesional como en el personal. La formación de Woking está pasando por uno de sus peores momentos de la temporada. Después de no poder cumplir sus expectativas, las relaciones entre los británicos y sus socios japoneses cada día son más tensas, algo que se pudo atisbar con el polémico mensaje de radio del asturiano durante la carrera del Gran Premio de Japón, en el que criticaba ferozmente su unidad de potencia comparándola con un GP2.

Además de disculparse por sus palabras, Fernando lanzó un mensaje de calma para todos aquellos que esperan volver a ver ganar a un McLaren-Honda. "Hay que tener paciencia. Todo los años, incluso cuando las cosas van bien, siempre hay carreras que van mal, entrenos, eventos... o momentos que corres y las cosas salen bien. Por eso hay que tener paciencia, no sólo el deporte, sino también en la vida en general", explica.


El bicampeón español también habla sobre su carácter, tanto dentro como fuera de la pista, definiéndose como alguien que se pide mucho a sí mismo y nunca se rinde. "El instinto natural que tienes al volante para ganar o ser competitivo te hace ser despiadado a veces en la pista, pero supongo que fuera de ella no sea intimidante ni temible para nadie. Cuando trabajo prefiero ser súper estricto y también espero lo mismo de los que trabajan conmigo. Cuando estás luchando, estás compitiendo... hasta que no acaba todo, hasta que no se baja la bandera de cuadros, siempre hay que tener perseverancia, pundonor y tirar para adelante", agrega.

El GP de Japón no sólo fue polémico por el mensaje de radio de Alonso sino también por sus palabras al término de la carrera, cuando dijo que ser adelantado por Marcus Ericsson fue "duro" y que es "frustrante cuando los demás cometen errores en las salidas de las curvas y a mitad de recta ya están rueda con rueda".

Fernando declara que ese fue un momento de alta tensión para un piloto y que no hay que etiquetarle como persona por unas simples declaraciones al finalizar una carrera. "Quizás están acostumbrados a verme en la tele durante 30 segundos después de bajarme de un F1. Un momento de gran tensión y gran adrenalina, todo sudado después de hacer un gran esfuerzo en un coche a 300 km/h; y de ahí a intentar sacar conclusiones de mi persona, siempre es demasiado arriesgado", comenta.


Por último, el asturiano habló de los sueños que le faltan por cumplir. Uno de ellos ya es ampliamente conocido por todos los aficionados a la F1. "Profesionalmente, intentar conseguir un tercer campeonato es un sueño que siempre está ahí. Personalmente, tener una vida futura fuera de los coches lo más normal y tranquila posible, y tener una familia", concluye.