Los pilotos de McLaren mantuvieron un ajustado duelo en la clasificación del Gran Premio de Japón. Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne lograron pasar a la Q2 y ambos se jugaron la entrada a la última ronda clasificatoria. Finalmente, fue el asturiano quien entró a la lucha por el top 10 en clasificación por menos de una décima de diferencia, mientras que el belga se quedó a las puertas y tuvo que conformarse con la 11ª posición.

Esta situación supuso un problema, porque Alonso entró a la Q3 a pesar de tener una sanción de 35 lugares que le aseguraban una posición en la parte final de la parrilla para comenzar la carrera. De esta forma, el asturiano impidió que Vandoorne accediera a la última ronda y pudiera luchar por una buena posición desde donde empezar el Gran Premio, en lugar de quedarse a las puertas y no tener la opción de mejorar su puesto.

En el Gran Premio de Italia se sentó un precedente en un contexto muy similar. Con Alonso sancionado en parrilla, Vandoorne entró en la Q3 para intentar hacerse con una buena posición. El asturiano admitió tras la clasificación que no quería dejar fuera al belga debido a su penalización, ya que no valdría de nada saliendo el último, así que se quedó en la Q2 para no estorbar a su compañero.

No hubo repetición de lo sucedido en Suzuka y fue Alonso quien se hizo con el pase a la Q3 a pesar de sus penalizaciones. Cabe la posibilidad de que McLaren decidiera que Vandoorne no avanzara de la Q2 para tener libertad de elección de neumáticos para la carrera, lo cual puede ser importante teniendo en cuenta que podría haber una mayor diversidad estratégica que en otras citas. Si hubiera entrado a la Q3, Vandoorne se hubiera visto obligado a empezar la prueba con las mismas gomas usadas en esa ronda.

McLaren pretende así centrar sus esfuerzos de terminar en los puntos en Vandoorne tras la penalización de Alonso. El equipo de Woking intentará obtener un buen resultado en el último Gran Premio en casa Honda de la colaboración entre ambas partes.