El Reino Unido y concretamente el Gobierno de Theresa May están en una encrucijada si finalmente no logra un buen acuerdo de salida de la Unión Europea. El brexit deja escenario realmente complejo para el comercio y especialmente para todas las compañías extranjeras que operan allí. Los fabricantes de automóviles no iban a ser una excepción y si hace unos días conocíamos la preocupación manifestada por Nissan –que ya ha decidido llevarse la fabricación de su X-Trail fuera de las islas–, ahora ha sido Ford quien ha advertido de las consecuencias de un Brexit duro.

Según recoge The Times, en un encuentro con líderes empresariales los máximos responsables de Ford avisaron a la Theresa May de que están estudiando mover su producción fuera del Reino Unido, remarcando que tomarán “cualquier acción que sea necesaria” para proteger su negocio europeo.

Según un portavoz de la compañía llevan mucho tiempo tratando de convencer a Gobierno y Parlamento británico de la importancia de evitar un Brexit si acuerdo. Un Brexit duro, aseguran, sería catastrófico para la industria del automóvil británica y para todas las operaciones de Ford en el Reino Unido. Tomaremos las medidas necesarias para preservar la competitividad de nuestra compañía en Europa. No tenemos ninguna decisión que anunciar hoy”.

Ford cuenta con tres plantas en el Reino Unido además de un centro de I+D

No es una cuestión menor, y es que Ford es uno de los fabricantes más importantes del país, donde cuenta con hasta tres plantas de producción en territorio británico, incluyendo un centro de I + D y contando con un total de 13.000 empleados.

La industria del automóvil calcula que una salida no pactada de la Unión Europea acarrearía aranceles más altos, interrupciones en las cadenas de suministros y miles de puestos amenazados, de hecho en Gran Bretaña está la planta más grande de Ford a nivel mundial dedicada a la producción de motores diésel y un escenario de Brexit duro haría que otras plantas europeas como la española de Almusafes sufran las consecuencias de retrasos e impuestos en la frontera al depender de esos propulsores.

En resumen, la Ford ha calculado que un brexit sin acuerdo le costaría a la marca unos 1.000 millones de dólares, unos 880 millones de euros al cambio. Una factura que, como era de esperar, preocupa y mucho a la firma del óvalo.

A esto se suman los recientes movimientos de Ford a nivel global que está realizando una importante reestructuración de su negocio, especialmente en Europa donde la marca ya ha anunciado que habrá miles de despidos.

No obstante Ford no ha sido el único fabricante que ha mostrado su preocupación en esta reciente reunión donde otras compañías han lanzado advertencias similares, incluso algunas parecen haber puesto en marcha ya planes de contingencia a corto plazo por si los temores de un Brexit duro el próximo 29 de marzo se hacen realidad.

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Antonio Ramos Ochoa

Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.