Fue uno de los protagonistas de la séptima entrega de la saga ‘Fast & Furious’ al volar entre varios edificios de Dubái, una escena que sirvió para que este deportivo tan espectacular adquiriese más protagonismo y para que la propia Policía de Abu Dhabi se fijara en sus curvas. Decimos esto porque en el 2015 solicitaron al fabricante un ejemplar del Lykan HyperSport para realizar unas pruebas con él y así comprobar de primera mano su potencial.

Cualquiera de nosotros caería rendido ante este supercar de origen libanés, incluyendo los agentes a los que hacemos referencia, aunque seguramente no tardaríamos casi cuatro años en decidirnos. Finalmente, tras todo este tiempo desde la primera prueba realizada, el deportivo ya puede presumir de ser uno más de este cuerpo de policía de los Emiratos Árabes y el fabricante ha aprovechado la ocasión para anunciar esta nueva incorporación a través de un vídeo de lo más sugerente.

Vestido de una decoración especial que recurre a los tonos blanco y rojo, el Lykan presume de ser uno de los coches más respetados de la ciudad. No obstante, habrá determinados individuos que subestimen a este coche, aunque no deberían de hacerlo y es que bajo su capó se esconde todo un bloque bóxer turboalimentado de seis cilindros y 3.7 litros, desarrollado por RUF, capaz de ofrecer 750 caballos de potencia y un par máximo de 1.000 Nm. Gracias a ello puede alcanzar los 100 km/h en apenas 2,8 segundos y su velocidad máxima es de 395 km/h.

Pero el deportivo de W Motors, no destaca sólo por su rapidez, lo hace incluso más por su valor. En la construcción de su chasis y carrocería se han empleado materiales como el titanio o los diamantes, lo que unido a un lujoso interior da lugar a una tasación de 2 millones de euros. Sospechamos que no era necesario semejante presupuesto para perseguir a los delincuentes, pero ya sabemos que la mentalidad en estos países es bien distinta y acostumbran a emplear estos 'cochazos' como reclamo turístico. En eso ya sí que estamos de acuerdo.

Recordemos que la compañía de Líbano ya presentó un sustituto para este modelo, siendo todavía más capaz y con unas prestaciones de infarto. Se trata del Fenyr Supersport, una bestia que arroja sobre el asfalto nada menos que 900 caballos gracias a un bloque 4.0 biturbo de origen RUF, alcanzando los 400 km/h y acelerando una décima más rápido que su antecesor. ¿El precio? 3,4 millones de euros.