Adrian Newey, uno de los diseñadores de Fórmula 1 más afamado de todos los tiempos, llegó al Gran Circo a mediados de los ochenta, siguiendo al pie del cañón más de 30 años después. En el caso de Alonso, el asturiano llegó en 2001 para marcharse, al menos de momento a finales de 2018.

Un periodo de tiempo extenso en el que casualmente los dos genios nunca han unido fuerzas, y no será porque no han surgido oportunidades. “Tras fichar por McLaren, Ron Dennis me llamó para decirme que Newey se iba, pero que no me preocupase. Cinco años después, todos estábamos preocupados.”, cuenta Fernando Alonso en el prólogo que el asturiano le ha dedicado a Adrian Newey en el libro en el que el diseñador ha plasmado gran parte de sus vivencias de todos estos años.

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“Tras 2007, estuve en la fábrica de Red Bull hablando con Newey, hablando de la posibilidad de correr juntos en 2008. Nuestra última cita fue en un aeródromo cerca de Spa-Francorchamps. Estábamos en un aparcamiento cuando un enorme Infiniti negro de Red Bull aparcó junto a nosotros. Christian Horner y Luis García Abad se sentaron delante. Detrás, Adrian y yo. Esa fue la última vez que estuvimos a punto de trabajar juntos, aunque lo que allí hablamos, es materia de otro libro, el mío”, anticipa el piloto asturiano sobre su esperada (y retrasada) autobiografía.

Alonso se deshace en halagos ante uno de los grandes culpables de que el piloto español no tenga un palmarés mayor, artífice de la era dorada de Red Bull, construyendo uno de los vehículos más dominadores de la historia de la Fórmula 1. “La de veces que escuché en una reunión que ya habían entendido cómo y por qué Adrian había hecho esto o aquello, y la de veces que al intentar replicarlo, el resultado era, desgraciadamente, distinto a lo esperado…”, continúa Fernando.

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Y precisamente, estos éxitos, o mejor dicho, el camino a estos éxitos es lo que Adrian Newey ha plasmado en su libro ‘Cómo hacer un coche’, publicado en inglés a finales de 2017 y que ahora está disponible en castellano. Newey hace un repaso por los distintos coches que ha diseñado, desde el March 83G de 1983, hasta el RB8 de 2012.

El ingeniero y diseñador cuenta numerosas interioridades de los equipos, cómo sus atrevidos diseños acostumbraban a crear confrontación y desconfianza, cómo fue avanzando puestos siempre entre polémicas, guerras políticas y luchas internas que sus ascensos provocaban en otros miembros del equipo

Una pieza de casi 400 páginas altamente recomendable, pues más allá del lenguaje técnico al que pueda aludir, cuenta sobre todo las vivencias de una Fórmula 1 que aun conservaba ese ‘halo’ romántico y familiar que tantos aficionados ha logrado atesorar a lo largo del tiempo.

Cómo hacer un coche, de Adrian Newey, está disponible para su compra a través de este enlace.

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