Bajo la atenta mirada del míster Carlo Ancelotti y del ‘presi’ Florentino Pérez, Cristiano Ronaldo recoge en el Hipódromo de Madrid el RS 6 Avant que Audi le cede durante un año fruto del acuerdo firmado entre el equipo blanco y el fabricante alemán –como también hizo Dani Alves en Barcelona días más tarde–. Carrocería station wagon, 560 caballos y un 0 a 100 en 3,9 segundos son perfectos para que la estrella portuguesa no dude más entre familiaridad o deportividad si necesita desplazarse por carretera. Posa para los fotógrafos asistentes y antes de salir a todo gas, regala a los presentes la señal de la victoria. Su novia y, sobre todo, su hijo se lo agradecerán ya que en anteriores ocasiones el futbolista prefirió pilotar bólidos de la talla de los R8 Coupé y Spyder, estrictos biplazas. Sin duda, la paternidad le ha hecho cambiar.

Pero Cristiano puede ser ‘adúltero’ a la marca que le patrocina con el BMW M6 Gran Coupé, digno rival de su compatriota por filosofía de vehículo y precio. Y es que el de Múnich calca al de Ingolstadt hasta en la potencia disponible bajo el pedal del acelerador –560 caballos–. Afortunadamente, aquí se acabaron las igualdades porque cada uno es capaz de transmitirnos sensaciones totalmente opuestas. Atento.

PELEA DE GALLOS
La primera diferencia entre ambos está en el cockpit. En el Audi nos encontramos una atmósfera más racing, sin duda, por los asientos tipo baquet que equipa. Lejos de parecer incómodos por su diseño, nuestra espalda se acomoda sobre el magnífico cuero con el que están rematados. En el BMW, las butacas no son tan radicales de aspecto aunque sí igualmente placenteras. En este último encontramos un inconveniente en el cinturón, ya que al estar unido al respaldo –y quedar en una posición alta– nos resta cierta movilidad, sobre todo, a la hora de maniobrar.

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Una vez apretamos los botones de encendido, las ‘bestias’ despiertan con dos auténticos rugidos que hacen girar el cuello a todo al que los escucha, como intentando demostrar que uno es más fiero que otro. Mientras que en el M6 encontramos mayor brabura en los decibelios, en el RS 6 se aprecia algo más de finura. Y es que en este refinamiento influye que el V8 del Audi incorpore la desactivación de cilindros –sistema conocido como Cylind On Demand–, que convierte al propulsor en un cuatro cilindros para ahorrar combustible en circunstancias, como por ejemplo, de conducción relajada o en paradas con el motor encendido.

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En carretera, el funcionamiento de este mecanismo está tan logrado que es difícil adivinar cuándo circulamos en un modo u otro: apenas unas imperceptibles vibraciones lo delatarán; éstas, además, pasarán desapercibidas si vamos charlando con otros ocupantes que viajen con nosotros o si aprovechamos las cualidades del equipo de audio Bang&Olufsen; de 1.300 Watios, valorado en 7.910 euros –similar al que monta el M6, de idéntica marca, con un coste de 6.338 euros–. De todas formas, contamos con la ayuda de un testigo que nos avisará de este particular stand by.

LLEGA LA DIVERSIÓN
Tras una primera excursión por autopistas y autovías, en las que ambos demuestran ser grandes ruteros, apreciamos el buen hacer de las suspensiones adaptativas –retocadas por el departamento M de BMW y la división RS en el Audi–. A pesar del endurecimiento de la amortiguación, M6 Gran Coupé y RS 6 Avant tratan con mimo a los pasajeros. Tal es el confort de marcha que aportan que por momentos pensamos que estamos montados en sus homólogos estándar. Pero esta idea la borramos de inmediato de nuestra mente al encarar el primer puerto de montaña al que les sometemos, donde sacan a relucir sus cualidades de supercars.

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La salida de las curvas es el punto más crítico del M6 puesto que, aun estando activos los controles electrónicos, es posible que tengamos que hacer ‘manos’ para evitar cruzarnos en la carretera, situación que se repite con frencuencia. Los neumáticos posteriores están a menudo en el límite de la adherencia si damos gas a fondo, puesto que son los encargados de recibir única y exclusivamente toda la ‘artillería’ del V8 bávaro –que no es poco–.

SUAVES DESLICES
Este ‘patinaje artístico’ se acentúa todavía más si el asfalto está mojado. Es entonces, para evitar algún susto mayor, cuando accionamos los parámetros ‘Comfort’ de la suspensión, el motor y la dirección a través de las tres teclas habilitadas al efecto –ubicadas justo al lado de la palanca del cambio–. Las otras dos posiciones disponibles –Sport y Sport+– son recomendables para exprimir a fondo este auténtico devorakilómetros en circuito, puesto que el M6 se vuelve demasiado temperamental, un auténtico ‘potro salvaje’.

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Todo lo contrario ocurre en su rival, en el que es casi imposible que tengamos que hacer algún contravolante o se necesite ‘ahuecar’ para que el Avant más rápido de cuantos se han fabricado vaya por donde le indicamos. Incluso si circulamos con el programa Sport del Audi Drive Select es imposible que perdamos la compostura. Tan pegado va este RS 6 al asfalto que los giros más cerrados son ‘pan comido’ para la tracción integral quattro, que se apoya en un diferencial central con autoblocante. Éste reparte el par de forma muy efectiva entre las cuatro ruedas y que en condiciones normales es del 40% delante y el 60% restante detrás. A esta excelente motricidad ayuda a su vez el otro diferencial que lleva instalado de serie, ubicado en el eje trasero y que trabaja para agilizar la zaga en todo momento. El Gran Coupé también disfruta de un diferencial activo posterior revisado pero no es suficiente para frenar las ansias por ‘culear’ del BMW.


EL TOQUE ESTRELLA
A pesar de que el Tiptronic de ocho relaciones no es tan rápido como el de su rival, la superior motricidad permite al Audi arañar las décimas necesarias al cronómetro tanto en recta como en curva para alzarse como el familiar más rápido del momento, por encima de un digno rival como este BMW M6 o de otros ilustres de la categoría como Porsche Panamera Turbo –4,1 segundos a los 100– y Aston Martin Rapide 6.0 S –4,9 segundos–. Aunque el rey en este campo sigue siendo el Ferrari FF (aunque con dos puertas laterales) con sus 3,7 segundos… y un precio final como los RS 6 y M6 Gran Coupé juntos.

Precio, equipamiento y ficha técnica del BMW M6 Gran Coupé v8 4.4 560 caballos

Precio, equipamiento y ficha técnica del Audi RS 6 Avant 4.0 V8 560 caballos

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