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Una de las series de mayor éxito en los año 80 del siglo XX fue 'El coche fantástico'. David Hasselhoff mantenía conversaciones, hacía bromas o recibía consejos de una inteligencia artificial instalada en un automóvil llamado KITT. Entonces, la industria del motor se planteó aprovechar el tirón para sacar productos similares al Pontiac que conducía el personaje de Michael Knight y algunos pusieron mucho empeño, aunque con fracaso.
Chrysler creó un coche fantástico
Una de las empresas que más invirtió en los coches parlantes fue Chrysler, que gastó muchos dólares y tiempo de sus ingenieros en un coche capaz de compararse con la ficción pero que se estrelló sin ningún éxito a pesar de lograr que sus altavoces mandaran mensajes a su piloto.
El principal problema de Chrysler fue que su automóvil nunca se acercó a la experiencia de hablar con KITT. Lo primero, porque en 'El coche fantástico' era el actor William Daniels quien interpretaba un guion, mientras que la compañía imitadora únicamente consiguió 24 mensajes planos que resultaban demasiado monótonos a los conductores de pruebas.
Otro de los grandes problemas de EVA, el sistema parlante que desarrollaron en Texas, fue que los automatismos provocaron que los mensajes fueran demasiados. En los test se descubrió lo molesto que era que el automóvil diera las gracias constantemente por casi cada acción del piloto. Además, el coche fantástico de Chrysler avisaba cuando las luces se pagaban o encendían, cuando se abrían y cerraban las puertas, cuando se abrochaban y desabrochaban los cinturones, cuando se aparcaba, cuando quedaba poca gasolina y otros múltiples avisos de los procesos electrónicos.
En definitiva, a pesar de haber invertido millones de dólares y crear el sistema parlante del automóvil, nunca llegó al mercado el Chrysler fantástico. De hecho, en las primeras fases previas desquiciaba a los usuarios por su monotonía y carácter repetitivo. Finalmente, el automóvil parlante de Chrysler no llegó a prosperar y nunca salió de las instalaciones texanas aunque muchos aficionados siempre soñaron con tener un coche fantástico como el de Michael Knight.