662.762 es el total de unidades que ha producido Audi entre el 18 de febrero de 1998 y el pasado 10 de noviembre de 2023, en su fábrica de Györ (Hungría), de uno de los deportivos más populares del mercado: el TT. La movilidad eléctrica que se dibuja en el horizonte está teniendo consecuencias y uno de los damnificados es el Tourist Trophy, modelo que se despide de nuestro mercado con una edición especial de la que solo se han lanzado 25 ejemplares en homenaje a los 25 años de historia de todo un icono para la firma de los cuatro aros.

Una imagen que deja huella

Para crear esta serie numerada, Audi ha cogido un TT Coupé 45 TFSI quattro y le ha dotado tanto de faros Matrix LED como del paquete S line competition plus, por lo que dispone de paragolpes y faldones laterales más agresivos, llantas de 20 pulgadas con diseño de 10 radios en Y, pinzas de freno pintadas de rojo, lunas tintadas y un llamativo alerón trasero fijo pintado de negro, sin olvidarnos de un difusor posterior que deja hueco para las dos salidas de escape. También presume de una proyección de luz sobre el suelo al abrir las puertas que incluye el logo de la marca y el geco asociado a la tracción quattro. Tres son los colores disponibles, siendo el azul Nogaro efecto perla el encargado de vestir a nuestra unidad de pruebas, en lugar del blanco Glaciar metalizado o el rojo Tango metalizado. La verdad es que uno nunca se cansa de mirar un coche como este pues su estética es sumamente atractiva, especialmente con esos toques negros en contraste y una pintura sugestiva como esta.

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Audi//Car and Driver

De puertas para dentro nos encontramos con un interior que rezuma deportividad. Siempre es un gusto sentarse en un TT: la voluminosa consola central, la posición baja del asiento deportivo (tapizado en Alcantara y cuero, con costuras azules en contraste) y la configuración aerodinámica del techo hacen que te sientas inmerso en la conducción, con esa extraña sensación continuamente presente de no tener una pantalla en tu campo de visión y esos tres grandes aireadores circulares mirándote constantemente. Lo mismo pasa con su hermano mayor, el R8; es como conducir un coche de otra época. No obstante, la tecnología siempre está presente al tratarse de un Audi y por ello disponemos de un cuadro de instrumentos digital que hace las veces del sistema multimedia MMI Navegación plus, operado a través de los botones físicos del precioso volante acabado en cuero y Alcantara. No hay carga inalámbrica para el teléfono (cuenta con dos tomas USB tradicionales y otra auxiliar), pero sí un equipo de audio Audi sound system, inserciones decorativas en carbono, umbrales de las puertas específicos y una placa numerada del 1 al 25 en la consola central.

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Audi//Car and Driver

Las plazas traseras son testimoniales ya que están reservadas para personas de una altura máxima de 1,45 metros. Sí, podrás llevar a los más pequeños de la familia, pero dado el ritmo que es capaz de alcanzar este coche será mejor dejarlos en casa para que no acaben mareados. Bueno, quién sabe, igual les gusta el riesgo. En cuanto al maletero, nos ofrece un total de 305 litros de capacidad y viene acompañado de una red para asegurar la carga. La batería de 12 voltios se ubica debajo de la moqueta.

Pegado al asfalto

Ser beneficiario del apellido ‘quattro’ significa que la motricidad no va a ser uno de tus problemas y eso es lo que ocurre en el caso de este TT, calzado con neumáticos Pirelli P Zero en medidas 255/30 ZR20 en ambos ejes. La tracción total se une a un centro de gravedad bajo y un chasis al que los 245 caballos de potencia y 370 Nm de par máximo no le hacen ni cosquillas, dando como resultado un coche que inmediatamente te deja sorprendido por su elevado paso por curva y ese nivel de agarre que no parece cesar en ningún momento. Es posible que su facilidad para ganar velocidad te lleve a tomar algún giro más rápido de la cuenta, pero no hay ningún problema: tan solo basta señalar con el volante donde quieres ir y la gestión del par selectiva se encargará de ayudarte al frenar convenientemente las ruedas interiores, completando la curva con una elevada precisión y una enorme satisfacción. Eso sí, al contrario que en un Audi RS 4 competition plus, si activas el modo Dynamic no vas a sentir cómo el eje trasero desliza ligeramente de forma controlada; aquí está muy anclado al suelo.

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La parte negativa de conducir este coche se la llevará tu espalda, y más concretamente la zona lumbar, ya que la suspensión es bastante dura. Eso está bien para controlar a la perfección los movimientos de la carrocería y dotar al conjunto de una gran agilidad, pero cuando se trata de absorber las distintas imperfecciones del asfalto salen a relucir sus limitaciones. En este sentido, echamos de menos unos amortiguadores de dureza variable que sí estaban disponibles como opción en el modelo estándar, con los cuales podríamos cubrir los desplazamientos diarios con un nivel de confort muy aceptable. El apartado que no suscita queja alguna es el de los frenos. Vale que el pedal no tiene ese tacto tan depurado como el del Alpine A110 S, pero nos permite dosificar la frenada de forma progresiva y la capacidad de detención del sistema es sobresaliente. Sin duda alguna, son uno de tus mejores aliados en una conducción deportiva.

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Y luego está el motor; el conocido bloque EA888 del Grupo Volkswagen. Se trata de un propulsor turboalimentado de 2.0 litros y cuatro cilindros, encargado de brindar al TT unas prestaciones más que suficientes como para emocionarse al volante. El 0 a 100 lo cubre en 5,1 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad máxima, ofreciendo al conductor una respuesta progresiva pero enérgica que comienza alrededor de las 2.500 revoluciones y no cesa hasta acariciar las 7.000 rpm de la zona roja del cuentavueltas (el consumo medio durante estos días de pruebas ha sido de 9,3 l/100 km). La caja de cambios automática S tronic de siete velocidades permite al Tourist Trophy disponer de la función ‘launch control’ para así salir disparado desde cualquier semáforo. También se encarga de aportar un toque de suavidad a la hora de iniciar la marcha y maniobrar, ofreciendo cambios de marcha rápidos en su configuración más deportiva, pero se echa en falta un modo manual que nos permita mantener la relación seleccionada al llegar a la citada zona roja. Todo ello se acompaña de un sonido sugerente que es más acusado en el modo Dynamic, ese programa de conducción que permite a las dos salidas de escape emitir ciertos petardazos al levantar el pie del acelerador, aunque estos no llegan a colarse en el habitáculo.

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Audi//Car and Driver

Te echaremos de menos

Es una pena, el TT nos deja para siempre. Bueno, volverá, pero no será lo mismo ya que se convertirá en un coche 100% eléctrico cuando Audi decida traerlo de vuelta (si es que lo hace). Ahora solo quedan un par de unidades disponibles de esta edición especial de despedida, cada una de ellas acompañada de una Welcome Box exclusiva que incluye un reloj Audi Sport y una carcasa para la llave del coche en fibra de carbono. El precio se ha fijado en 72.800 euros, cantidad que seguramente aumente dentro de unos años debido a la revalorización del coche dado el cese de su producción. No olvidaremos sus maneras, ese interior tan deportivo y mucho menos su estética. No es de extrañar que la gente se quede mirando y te haga algún gesto de aprobación. Es una lástima, mucho de ellos no son conscientes de que no volverán a verlo por la calle…

A favor: estética, diseño del interior, dinamismo, tracción quattro, motor 2.0 TFSI.
En contra: confort de marcha, plazas traseras, precio elevado.