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En la habitual vida cotidiana de un periodista de motor medio suele haber muchos viajes, muchos aviones y otros tantos trenes, pero no es tan habitual que llegues a tu destino final a bordo de un helicóptero desplegado para la ocasión que se posa directamente a la entrada de una espectacular borda andorrana, lista para servirte un almuerzo de primera. No se me ocurren formas más "a lo grande" de arrancar un viaje.
En este punto te preguntarás ¿Realmente había entrado para leer sobre un curso de conducción sobre nieve? Pues efectivamente, así es. Land Rover, en medio de un ambicioso proceso de transformación de su matriz -ahora rebautizada como JLR-, que quiere apuntar a un posicionamiento aún más lujoso que por supuesto abarca sus coches, pero también toda la experiencia de cliente que hay a su alrededor, tiene entre sus principales eventos de invierno el llamado 'Andorra Snow Challenge', un programa de cursos de conducción sobre nieve que lleva ya años ligado a la estación de esquí de Grandvalira, en Andorra, pero que ejemplifica como pocos ese enfoque de lujo que la marca quiere mostrar incluso más allá de sus coches.
Porque esta experiencia sobre nieve en plena estación de esquí en Andorra, disponible en varios packs de distintos niveles y precios, puede incluir también cenas en algunos de los mejores restaurantes de la zona, un fin de semana de hotel y spa de 5 estrellas y por supuesto una buena jornada de esquí.
Cuestión de manos, cabeza y modos de conducción
El centro de toda esta experiencia por supuesto sigue siendo el circuito de nieve ubicado en plena estación de Grandvalira en el sector de Soldeu, un divertido trazado circular con una pronunciada subida y bajada y algunos circuitos de conos pensado para poner a prueba nuestras manos y la tracción y capacidades del protagonista de esta experiencia, el nuevo Range Rover Sport.
Tras una sesión teórica que nos explica los principales fundamentos de la conducción sobre nieve -y terrenos deslizantes en general- y un repaso por algunas de las funciones más destacadas del modelo para ayudarnos en esas condiciones, una flota de varias unidades del renovado gran SUV británico nos espera fuera para ponernos manos a la obra. Contamos con las versiones diésel e híbridas enchufables, siendo esta última en su versión P460e la que acabamos eligiendo. Su corazón es un motor Ingenium de 6 cilindros y 3.0 litros con un motor eléctrico de 160 kW que en conjunto da una potencia de 460 CV y 660 Nm de par, buenas cifras para lidiar con un entorno nevado.
Con estos ingredientes el Range Rover Sport y nosotros a sus mandos nos enfrentamos a cuatro pruebas distintas: un slalom, una pronunciada subida, una pronunciada bajada, una sección de curvas enlazadas delimitadas por dos conos y por último una zona donde poner a prueba la frenada de emergencia. Un circuito que realizaremos cada vez aplicando un modo de conducción distinto del famoso Terrain Response, arrancando desde el más efectivo modo de Hierba/Gravilla/Nieve, siguiendo por el modo Confort y finalizando con el más permisivo modo Arena.
Lo primero que llama la atención al pisar el pedal es la sorprendente capacidad de tracción del Range Rover Sport, acompañado también de unos buenos neumáticos de invierno Pirelli Scorpion Winter sin los cuales este desempeño no sería posible. Con el modo Hierba/Gravilla/Nieve no hay sobresaltos al realizar el slalom ni al subir la pronunciada pendiente de esta pista, todo es suavidad gracias a cómo este modo gestiona el acelerador y la tracción total para asegurarse siempre de que tenemos tracción sobre la nieve.
El punto más delicado es la bajada en pendiente, donde aprendemos uno de los principales consejos a la hora de conducir en terrenos muy deslizantes ya sea nieve, mucha lluvia o barro: evitar bloquear las ruedas. Esto se nota perfectamente cuando nuestro instructor mientras vamos bajando la cuesta de un lado a otro cual esquiador nos pide pisar el freno. En ese momento el coche no obedece nuestras ordenes al tener las ruedas totalmente bloqueadas, no gira a donde le decimos, pero es levantar el freno de nuevo y volver a recuperar totalmente el control, y lo mismo ocurre cuando giramos demasiado la dirección. Esta lección, que va a priori en contra de nuestro instinto al volante, es seguramente la más importante y la que más cuesta interiorizar a la mayoría de conductores, pero que en el mundo real puede sacar de más de un apuro en condiciones complicadas.
Tras la bajada llega la zona más divertida, una sección de curvas enlazadas entre conos que pone a prueba el balance las aptitudes de tu pie a la hora de dosificar la potencia y tus manos a la hora de girar y corregir los derrapes. Es aquí donde más se notan las diferencias cuando pasamos al modo Confort, algo más permisivo, y sobre todo el de Arena, que rápidamente se convierte en mi preferido por ser el que deja más suelto el coche y a tí más "sólo" frente a la pista y la nieve. Al fin y al cabo estamos en una pista cerrada, así que vamos a divertirnos un poco deslizando a este coloso de 460 CV y y contravolanteando de vez en cuanto para controlarlo y devolverlo a su sitio.
La última parte requiere de nuevo cabeza fría, ya que pone a prueba nuestra frenada de emergencia, una recta con una hilera de conos al final que nos obliga en el último momento a, esta vez sí, frenar a fondo a uno de los dos lados según lo que nos diga el conductor para evitar esos conos. Un reto que demuestra que a nivel de frenada este Range Rover Sport también va más que sobrado.
Así transcurren las vueltas, liberando poco a a poco el coche de ayudas, desde el restrictivo modo Hierba/Gravilla/Nieve, hasta el permisivo modo Arena, y vuelta al primero, de modo que aprecias de forma más clara lo que las ayudas del coche son capaces de hacer para mantener nuestra seguridad en carretera y otras superficies.
Tras esta intensa sesión de conducción que se nos hace corta y una mañana de esquí, finalizamos la jornada cenando en el restaurante Sol y Neu, previo paso por el enorme el spa de 5000 m2 del Sport Hotel Hermitage & Spa de 5 estrellas -a los mismos pies de la estación de esquí- para relajarnos un poco.
Andorra Snow Challenge: Precios, fechas y contenido
Todo esto que estamos contando se puede disfrutar en los pack que Land Rover ofrece a sus clientes en este Andorra Snow Challenge, concretamente en el más caro y lujoso de los tres ofertados, llamado Pack Drive Premium con un precio de 1.600 euros por pareja, que incluye dos noches en Junior Suite, siempre en el Sport Hotel Hermitage & Spa en Soldeu, la posibilidad de probar el Range Rover Sport también en carretera y dos forfaits individuales de un día para esquiar en las pistas de Grandvalira entre otras actividades.
No obstante también hay opciones más asequibles como el intermedio Pack Drive Plus por 900 euros por pareja que reduce la experiencia a un solo día, con una noche de hotel y cena junto al curso de conducción o bien para los que solo quieren el curso el Pack Drive a secas por 550 euros por pareja.
El Andorra Snow Challenge de Land Rover se celebra del 1 de febrero al 17 de marzo, y todas las plazas para esta temporada 2024 están ya vendidas, aunque de cara a la próxima de 2025 no es mala idea ir echando un ojo a los precios y actividades incluidas en cada pack que puedes conocer a continuación:
Pack Drive Premium: 1600 euros/pareja
- Dos noches en el Sport Hotel Hermitage en Junior Suite con acceso al spa
- Régimen de media pensión (desayuno y cena)
- Cena en el Restaurante Sol i Neu
- Curso de conducción en nieve
- Posibilidad de probar el Range Rover Sport en carretera
- Cena en el restaurante Jean León y experiencia Range Rover
- 2 forfaits individuales de un día
Pack Drive Plus: 900 euros/pareja
- Una noche en el Sport Hotel Hermitage en Junior Suite con acceso al spa
- Régimen de media pensión (desayuno y cena)
- Cena en el restaurante Sol i Neu
- Curso de conducción en nieve
Pack Drive: 550 euros/pareja
- Curso de conducción en nieve.
