En Wolfsburgo no son ajenos a los incesantes movimientos empresariales de sus compañías rivales y es que el grupo Volkswagen quiere seguir siendo la gran referencia en un mercado cambiante. Para ello, nada como hacerse con algunas de las marcas más cotizadas del momento: Jaguar y Land Rover.
Los británicos cerraron el último trimestre de 2018 con un volumen de pérdidas que ascendía a los 3,9 millones de euros y con una incertidumbre cada vez mayor a consecuencia del Brexit, circunstancias que no han pasado desapercibidas para los alemanes, quienes consideran activos muy importantes a estas marcas a nivel mundial. Y esto no es todo.
Según apuntan determinados medios especializados, la oferta que Volkswagen tiene sobre la mesa para Tata Motors por Jaguar Land Rover es de 35 billones de libras –unos 41.000 millones de euros–, e incluye a la marca Chery, del mismo grupo solo que operativa en China.
Aunque ambas partes se niegan a reconocer un acuerdo todavía, todo apunta a que las posturas están ya bastante cercanas. Volkswagen ve potencial en estas marcas para una mayor expansión en el mercado asiático, por un lado, y para ampliar su oferta de modelos eléctricos y todocaminos, por el otro. A nadie se le escapa que en ambas categorías el posicionamiento de Jaguar Land Rover es especialmente bueno. Veremos qué sucede en las próximas fechas y si finalmente las marcas británicas pasan de las manos indias, a las germanas.
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