La Dirección General de Tráfico vuelve a invertir en nuevos dispositivos de control de velocidad y prueba ya en nuestra carretera nada menos que 60 radares de tamaño compacto y con multitud de posibilidades de anclaje desarrollados por la marca Velolaser.
Estos equipos están pensados para poder viajar sin ser vistos en cualquier vehículo de la Guardia Civil de Tráfico –ya sea de paisano o con la decoración oficial– pero también en motocicletas, dado su diminuto tamaño. Además, se pueden enganchar a guardarraíles o colocar sobre un trípode de forma igualmente sencilla. Por si todo esto fuera poco, la puntera tecnología láser de estos dispositivos los hace indetectables para la mayoría de detectores e inhibidores, equipos estos últimos que –recordamos– no son legales.
En estos momentos, Tráfico lleva a cabo las primeras pruebas de estos Velolaser y experimenta con sus múltiples posibilidades de uso. De esta forma, ya puedes prestar atención porque la vigilancia con estos equipos, capaces de detectar velocidades de hasta 250 km/h a una distancia de entre 15 y 50 metros, ya ha comenzado.
En total la inversión de Tráfico en estos radares –realizada en noviembre– asciende a 860.000 euros, unos 14.400 euros por dispositivo que el departamento que dirige Gregorio Serrano estima amortizar con las primeras 300 sanciones.
