Que un coche de seguridad se vea envuelto en un incidente, no es algo nuevo. En tantos años de carrera, se les ha visto incluso hacer lo contrario de su función, es decir, provocar accidentes e incluso atropellar pilotos. E incluso se ha podido presenciar el robo de un coche de seguridad, con el protagonista dando vueltas al circuito perseguido por vehículos patrulla mientras la organización montaba una barricada para intentar frenarlo.

Sin embargo, los accidentes puros, ya no son tan habituales. Y menos a un nivel tan alto como en una carrera de Indycar. Ha sucedido este fin de semana, durante la cita doble que la competición norteamericana llevaba a cabo en el circuito urbano de Detroit.

La prueba, es una fiesta en sí para General Motors, que es quién se hace cargo económicamente de reunir a las diferentes categorías en su ciudad. Como máximo benefactor, a veces se le hacen ciertas concesiones, como el hecho de que Mark Reuss, uno de los máximos directivos de General Motors, pilote el coche de seguridad en la vuelta de formación, justo por detrás del Indycar biplaza que la organización suele usar para pasear a los VIP’s.

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La organización confió en que este directivo conociera más a fondo las virtudes de uno de sus súper deportivos, el Corvette ZR1 de más de 750 caballos de potencia y un precio de alrededor de 120.000$, pero no fue así. Mark Reuss perdió el control de la trasera impactando frontalmente contra uno de los muros que delimitan el circuito, para la perplejidad del resto de vehículos, que ya se preparaba para comenzar la carrera.

Los pilotos dudaron entre continuar la marcha o detenerse, quedándose finalmente parados, provocando un pequeño caos que retrasó ostensiblemente el comienzo de la prueba. General Motors lo tenía todo cubierto, y no tardó en aparecer un hermano gemelo del Corvette para seguir ejerciendo las labores de coche de seguridad, esta vez sí, pilotado por un piloto profesional, concretamente, Oriol Servià.

A buen seguro a Mark Reuss le esperan unas semanas de mucho vacile en la oficina, pues son varios los directivos de General Motors que de una u otra forma participan en distintas carreras. La parte positiva, más allá de la gran visibilidad que este incidente le ha dado al vehículo, es que han hecho un ‘crash-test’ de excelentes resultados ante millones de ojos, observándose el perfecto funcionamiento de los ‘airbag’, así como los ocupantes se bajaban del vehículo sin un rasguño. No hay mal que por bien no venga.

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Sergio Martínez

Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.