Curiosa por como habitual esta información que nos llega desde Sopela, en Bizkaia, a través de la agencia Efe. Resulta que un vecino de esta localidad tuvo un accidente de tráfico. Hasta aquí todo más o menos convencional hasta que este conductor decide él mismo llamar a la Policía Local a pesar de haber consumido una gran cantidad de alcohol.

Todo sucedió cuando un conductor de esta localidad del País Vasco, de 34 años, circulaba con su coche por una calle y sufrió un accidente, al parecer al chocar contra una cadena. Decidió entonces avisar a la Policía sin pararse a pensar la gran cantidad de alcohol que había consumido como quedó patente tras realizar los Agentes el imprescindible test de alcoholemia cuando se produce un accidente. Efectivamente este conductor presentaba signos evidentes de haber consumido bebidas alcohólicas y así se confirmó tras realizar la prueba.

Los resultados del test de alcoholemia fueron concluyentes y absolutamente alarmantes dado que el conductor cuadruplicaba la tasa permitida de 0,25 mg/l. Fue entonces puesto a disposición judicial.

8 millones de conductores creen que los controles de alcoholemia se eluden con trucos