Dubai es un paraiso para los amantes del lujo y los deportivos, pero también sigue siendo un lugar lejano con con leyes distintas a las nuestras. Algunas sorprendentemente estrictas y otras increiblemente permisivas. Porque podrías pensar que circular por esta ciudad superando en varias ocasiones el límite de velocidad no es una buena idea y menos si el coche que conduces no es tuyo.
Algo así le ha ocurrido a un turista británico que alquiló un Lamborghini Huracán y por lo que parece aprovechó el tiempo al máximo con este deportivo, porque, según relata el periódico The National, en sólo cuatro horas superó el límite de velocidad en 33 ocasiones. Exacto, 33 infracciones en sólo 4 horas, o lo que es lo mismo 175.000 dírhams, unos 41.000 euros, en multas de tráfico. La mayoría de esas infracciones tuvieron lugar en una de las principales carreteras de la ciudad donde el Huracán fue cazado a más de 225 km/h.
Podrías pensar que el joven de 25 años asumiría las consecuencias... pero no. Porque según las leyes de Dubai las multas van asociadas al propietario del coche, en este caso la empresa de alquiler, Saeed Ali Rent a Car, que comenzó a ver cómo iba recibiendo notificaciones de cada una de las multas, todas del mismo Lamborghini. La empresa no ha conseguido aún recibir el dinero reclamado al cliente ni tampoco el coche, que se encuentra inmovilizado en el hotel en el que se aloja el británico. De hecho Saeed Ali Rent a Car ni siquiera se atreve a ir a recuperarlo porque serían responsables de las multas.
Son este tipo de sucesos los que crean una situación de total desprotección ante las posibles infracciones de turistas, ya que no ha sido la primera vez que ocurre. Los turistas, a diferencia de los residentes, pueden abandonar el país con multas de tráfico pendientes. Al menos en este caso la compañía de alquiler se quedó con el pasaporte del infractor al cederle el coche y ya ha contactado con la embajada británica para evitar que salga del país sin asumir las multas.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
