Agentes policiales de la prefectura de Osaka detuvieron el pasado 2 de septiembre a tres universitarios japoneses de 20 años oriundos de Katano a los que se les acusa del robo en abril de 2015 de un Nissan GT-R en Kobe. A ellos se une otro varón de 21 años de Daito supuestamente cómplice del delito.

Las autoridades siguieron sus pistas precisamente gracias a la hazaña que uno de ellos ejecutó a bordo de este vehículo. Ese mismo mes, los estudiantes acudieron con el coche, al que le habían cambiado la matrícula por la del automóvil de la madre de uno de ellos, a una carrera de la Federación Japonesa de Automovilismo en un circuito de la prefectura de Hyogo.

El grupo utilizó el coche para participar en ella y triunfó en el evento. Según el diario Sankei, una de las pruebas que reunió la policía japonesa fue precisamente una fotografía publicada en la web del circuito en la que se ve a los tres en lo más alto del podio junto al GT-R que sustrajeron.

Uno de los jóvenes ya había sido detenido anteriormente por robar un BMW M4 del aparcamiento de la misma empresa de transportes de Kobe. Las autoridades lo descubrieron cuando sufrió un accidente con el cupé alemán. Los interfectos, que se enfrentan a una multa de 201.000 euros, declararon que su sueño era correr en competiciones profesionales en Suzuka.