Cuando uno tiene delante un muscle car de los años 60 o 70, lo primero que llama la atención es el enorme tamaño de su carrocería y el gigantesco hueco que se esconde bajo el capó, suficiente como para albergar descomunales propulsores V8.

Lo que tenemos a continuación es un Dodge Charger de 1969 con muchos secretos escondidos tanto en su interior como sobre todo bajo su capó. El diseño de las llantas y los considerables discos de freno nos dan una pequeña pista de por dónde van los tiros.

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Efectivamente, los chicos de Cleveland Power & Performance han cambiado el propulsor de origen y han decidido sustituirlo por el V8 de 6.2 litros que encontramos en el Dodge Challenger SRT Hellcat. El interior también ha sido completamente modificado, sustituyendo todo el salpicadero original por el del propio SRT.

El sonido que emiten esos 707 caballos de potencia junto al peculiar sonido de su compresor volumétrico, parece algo celestial. Lo mejor será que veáis a este Charger en acción.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta