Todo se inició cuando Diego Armando Maradona compró un Ferrari Testarrosa después de conseguir el título con su selección en el Mundial de 1986. En pleno auge de su carrera adquirió este mítico deportivo, aunque posteriormente lo vendió y ahora su último propietario –un español– ha decidido desprenderse de él. El precio es bastante alto, 250.000 euros, aunque está muy cuidado y apenas tiene 20.000 kilómetros.

Este Testarrossa tiene la particularidad de que es la segunda unidad que la marca fabricó en el mundo en color negro –la primera la compró el actor Sylvester Stallone– ya que la mayoría eran rojos. El conocido futbolista dio poco uso al coche que está tapizado en cuero blanco y decidió venderlo debido a los altos impuestos a los que tenía que hacer frente en Argentina. Así, el Ferrari fue adquirido por un conductor español quien lo ha mantenido prácticamente intacto desde aquellos años. El momento de la venta, lo justifica su actual propietario, no ha podido ser más adecuado, justo ahora que llega el Mundial de Brasil.